CHANEL
Karl Lagerfeld y su atelier nos deslumbran con una luminosa y apastelada colección de Haute Couture en la que la Maison francesa busca su vertiente más barroca. Barroca neofuturista. La colección nace de un sueño, Lagerfeld se despertó una madrugada con la imagen de flashes electrónicos plagados de color, un lápiz y un cuaderno sirvieron al maestro para hacer unos rápidos bocetos tras su sueño.
Una colección romántica y vintage que destaca por sus relieves florales que envuelven la figura femenina o sus brocados de plata que se torna futurista en su tramo final, fiel a ese sueño brillante que despertó a Karl en la que los tonos plata se tornan envolventes como el mercurio.
El barroco neofuturista que Karl propone en Chanel tiene melenas con mechas ceniza recogidas en una suerte de peinado a lo geisha con un cierto tinte de icono pop. ¿Hacia la conquista de Oriente?
Cierra el desfile una pareja de novios, ella con flequillo de mechas ceniza y un gran lazo, una camelia en el escote y botines destellantes. Él, todo de plata, deslumbrante, con esa luz cegadora con que Karl lo ve.