Destellos plateados, grises, colores como el armónico blanco y el marfil se configuran como protagonistas de colección solo salpicada por algunas salidas en negro.
La elegancia del nácar o el misterio de los irisados que surgen en abundancia por los hilos de lúrex, más presentes que en ninguna otra temporada.
A lo largo de los 41 diseños, la silueta de la luna en cuarto creciente es una referencia en broches y apliques que resaltan entre una estela de cristales swarovski, más apropiados que nunca para una colección tan nocturna y con la estela de la luna vigilante, al acecho.