31 de octubre de 2014
Running París 1 La Torre Eiffel. Primero de los dos recorridos para correr por las calles de Paris. La torre Eiffel es el destino pero también pasamos por los alrededores del Sena, Puente de Alexandre III, Invalides y varias de sus principales avenidas.
Desde hace algún tiempo, correr es una de las actividades que me motivan a la hora de hacer un viaje turístico. Despertarse temprano en un nuevo lugar y salir a descubrir sus calles, sus rincones, respirar su ambiente, pasar “sobrevolando” por sus lugares más emblemáticos cuando aún están desiertos de turistas, cuando aún puedes hacer fotos sin que salgan cabezas.
Este viaje lo teníamos previsto hace bastantes meses, iban a ser tres días de turismo con la familia por París en los que iba a haber 2 días de running por sus calles, este es el primero de ellos:
La ruta running a la Torre Eiffel:
Circular, sobre 12 km. de distancia. Perfil prácticamente plano. La mayor parte del recorrido por avenidas y bulevares largos y anchos por donde se corre bastante bien. Hay que parar en algún semáforo, pero pocos. Desde Montparnasse hasta la Torre Eiffel, cruzamos el río a Trocadero, seguimos por la orilla del Sena hasta el Puente de Alexandre III y vuelta por Inválidos hasta el punto de origen.
Plano de la ruta running a la torre Eiffel
La ruta en wikiloc --> aqui
La ida: Denfert-Rochereau hasta Campo de Marte, 5 km.
Partimos de la Avenue Rene Coty, que era por donde teníamos el apartamento, hasta la Place Denfert-Rochereau. Habíamos elegido esta ubicación por estar muy bien comunicada a los principales puntos de interés de Paris por varias líneas de metro y además había autobús directo al aeropuerto.
Era muy temprano para un español, pero no tanto para un francés. A las 7:30 de la mañana ya había bastante actividad en las calles (no era festivo). Temperatura agradable para correr, frio si estás parado, pero fresquito agradable en marcha. Teniendo en cuenta que a un día de empezar noviembre vamos en manga corta.
Aprovechando que el viaje era familiar y teníamos con quién dejar a las niñas, salimos a correr los dos juntos (mi mujer y yo). Aunque no sabíamos el recorrido exacto por el que queríamos pasar, si teníamos una idea de cómo llegar hasta la Torre Eiffel, no era muy complicado, y por dónde volver.
Desde Denfert Rochereau cogimos la Rue Froidevaux y seguimos adelante por esta calle donde a uno de los lados estaba la tapia del Cementario de Montparnasse. Curioso ir corriendo y viendo algunos de los panteones que sobresalían por encima de la tapia.
Cruzamos una plaza y salimos al Boulevard Pasteur. Desde aquí en el horizonte ya se ve la Torre Eiffel. Vamos bien. Enlazamos una serie de bulevares: Boulevard Garibaldi, Bolulevard Grenelle.
Estos son los típicos bulevares parisinos con una zona ajardinada entre los carriles de ida y vuelta por los que además va el metro, pero en lugar de subterráneo, elevado.
Calle de Paris con metro elevado (perdón por la foto movida)
Durante este trayecto vamos empapándonos de la calidez de los colores parisinos. Los ocres, naranjas, más ahora en otoño, con los árboles tirado la hoja. Además de los colores, también los oloreslas panaderías, pastelerías que despiden esos aromas a dulce, a mantequilla, a cruasán, a baguete, … también un deleite para la vista esos escaparates con todos los tipos de panes. Para satisfacer el sentido del gusto tendremos que esperar un poco más.
Pastelería de una calle de París
Pasteles de una pastelería de una calle de Paris
Por las calles de las grandes ciudades, parece que algunas cosas son internacionales, como el tráfico, las obras…
Algunos obstaculos en la acera. Torre Eiffel al fondo
… y otras cosas que llaman mi atención como los aparcamientos del servicio municipal de bicis, con montones de bicis disponibles.Seguimos bajando por el bulevar, vamos en la dirección correcta, pero creo que no por la calle prevista. A la derecha nos parece ver un parque, debe ser Campo de Marte, por donde queríamos bajar corriendo hasta la Torre Eiffel. Cogemos la Rue Desaix y efectivamente llegamos a los jardines de Champ de Mars, pero ya casi al final.
Paseo turístico por la rivera del Sena, del km 5 al 8.
Estamos en el Campo de Marte (el nombre viene del dios romano de la guerra Marte, no del planeta), enorme parque a los pies de la torre que en otros tiempos ha sido de todo, desde campos de cultivo hasta lugar de ejecuciones, a los pies de la Torre Eiffel, a estas horas, algún grupo ya de turistas pero prácticamente desierta.
Torre Eiffel desde los Campos de Marte
Hay edificios mucho más altos por el mundo, pero esta torre de hierro impresiona, te pone en tu sitio, te das cuenta de lo pequeño que eres. Me gusta la sensación de pasar por debajo, de ver a través suyo. Curioso pensar que se construyó para la exposición universal de 1.889 y que iba ser desmantelada después. De no ser por la aparición de las telecomunicaciones y la necesidad de disponer de un lugar alto para colocar antenas ahora no estaría.
Impresionante la torre Eiffel
La Torre Eiffel desde debajo
Torre Eiffel, de hierro hierro
Dejamos la subida a la torre para unas horas después, cuando volvamos con la familia. Unas cuantas fotos, de un lado de otro y cruzamos el Sena hacia Trocadero para seguir corriendo por la rivera del Sena durante un rato, a contracorriente.
La runner hispanica en la Torre Eiffel
El homo runner sandalius en la torre Eiffel
Por ambos lados del Sena hay amplias aceras arboladas, con carril bici por las que poder correr plácidamente observando el discurrir del agua del río, los barcos que van pasando y los barcos que no se mueven, los barcos-vivienda que hay a lo largo de todo el Sena, imagino que un lugar bohemio pero húmedo para vivir.
Corriendo por la rivera del Sena
Curiosamente esta avenida se llama Avenue de New York y aunque no es aquí donde está la estatua de la Libertad parisina, está un poco más alejada y no vamos a pasar por ella, sí que nos encontramos con la Flamme de la Liberte, en frente del Pont de L’Alma.
la Flamme de la Liberte
Seguimos avanzando paralelos al río, disfrutando el entorno, gravando en la retina cada rincón, cada detalle de este Paris por el que estamos teniendo la fortuna de correr en un día soleado, con una temperatura ideal, sin viento, atípico para la época en que estamos. Algún runner nos cruzamos, pero pocos, hoy es día laborable en Paris.
Vista del Sena con la Torre Eiffel al fondo
Corriendo, algún otro también
Así llegamos hasta el Puente de Alexandre III, enfrente de una zona majestuosa y palaciega, donde está el Grand Palais y el Petit Palais.
Es hora de dejar el Sena y cruzar este impresionante puente que lleva nombre de Zar para coger camino de vuelta al punto de partida.
Este puente es uno de los más largos de Paris y también de los más adornados. Por lo que leído, no es decoración vana, sino que cada figura, cada detalle, o tiene un simbolismo concreto que representa algo, o bien tiene una función de contrapeso para equilibrar la obra. A pesar de ello es un puente ancho que cruzando por él no te das cuenta que estás en un puente, de hecho era uno de los objetivos que tenían los arquitectos, que no entorpeciera las vistas del entorno: los palacios, Los Inválidos.
Puente de Alenxandre III, En el horizonte la torre de Montparnasse y los Inválidos. En primer plano una casa-barco con jardín y todo
Cruzando el punte de Alenxandre III
La vuelta: Inválidos hasta Denfert Rochereau, del km 8 al 12,5.
En el otro lado del puente encontramos la Esplanade des invalides, una gran zona abierta por la que correr, ahora ya un poco más rápido porque se nos está haciendo tarde.
El complejo de Los Inválidos, además de la gran explanada tiene un Palacio y varias edificaciones. Se llamó así porque originalmente fue construido para el retiro de veteranos de guerra inválidos que quedaron sin hogar. Actualmente, además de museos, está allí la tumba de Napoleón, su hijo Napoleón II, su hermano José I de España,…
Cañones de Los Inválidos, al fondo la Torre Eiffel
Rodeamos el Palacio y las edificaciones de los Inválidos para enlazar un par de largas avenidas hacia el punto de partida.
Estos bulevares en otoño son una bonita estampa, con las hojas caídas de los árboles. Vamos un poco más rápido pero apetece ir despacio, saboreando el recorrido, sabiendo que posiblemente no se volverá a repetir.
Cogemos el Boulevard des Invalides, donde vemos por encima de la tapia del Museo Rodín al famoso Pensador, ¿Se piensa mejor sentado o corriendo?
Seguimos corriendo por otra calle tranquila, de frente vemos la enorme Torre de Montparnasse, esta mucho más moderna que la de Eiffel, continuamos hasta enlazar con el Boulevard du Montparnasse, más comercial y animado de gente, coches, bicis, que el anterior. Escaparates, Restaurantes, terrazas, puestos, ¡¡Hasta marisquerias!!, bueno aquí al marisco lo llaman fruits de mer, no es Galicia pero tienen buena pinta. Tiendas de ropa, flores,…
Corriendo entre flores
Tomamos Boulevard Raspail y llegamos de nuevo a Denfert Rochereau, ya estamos en el barrio. Ha sido una buena vuelta disfrutando de correr por Paris, la primera, todavía queda la de mañana. Ahora a buscar una buena panadería donde comprar alguna baguette o algún croissant que llevarse a la boca.
Panes de todos los tipos, a cual más bueno
Ay señor, jubílame pronto!!
publicado el 11 enero a las 10:50
El conocimiento es y fue siempre la universidad de de la vida.