Mi cuarto día en París estuvo pasado por agua, era graciosa mi estampa con una mano sujetando el paraguas y con la otra haciendo malabarismos con la cámara de fotos y el mapa.
Mi primer destino era Les Halles, que estaba en obras, y la iglesia de St. Eustache. Esta iglesia es enorme y posee uno de los órganos más grandes de toda Francia, superando al de la catedral de Notre Dame entre otros. Las vidrieras, bóvedas, el coro,... todo es precioso. Incluso posee alguna que otra obra de Rubens.
Tras visitar St. Eustache me dirigí a la zona de Châtelet y visité la "Tour Saint-Jacques", la plaza de Chatelet, la plaza de Igor Stravinsky y el Centro Pompidou.
Tras admirar la extraña combinación de esculturas y pinturas en un marco tan clásico me dirigí hacia "Republique". En ese momento, buscando el jardín de Anna Frank me perdí, no conseguí encontrar dicho jardín pero dí con unos lugares y tiendas curiosos.
En la fachada se puede leer "Uno para todos. Todos para uno"
Kate Moss inmortalizada en un graffiti
Tienda para comprar ropa al peso
Esto no sé lo que es, pero es bonito :P
Cuando estaba a punto de desistir dando más vueltas que nada, retomé el camino hasta la plaza de la República. El monumento es imponente.
Y después de admirar la grandiosidad de la República me dirigí al cementerio. Si si, no habéis leído mal, me fui lloviendo al cementerio Père-Lachaise. Nunca había visto un cementerio tan grande, ni con tantos mausoleos. Habían muchos turistas, sobre todo frente a la tumba de Jim Morrison, cantante de The Doors. También estaba la tumba de Victor Hugo y de Oscar Wilde.... Pero como no lo sabía no las busqué. La próxima vez que vuelva a París las buscaré.
La tumba de Jim Morrison
Salí del cementerio exhausta, tiritando de frío y calada hasta los huesos. Así que decidí ir a la Bastilla y de ahí a casa. Que esa noche iba a salir y necesitaba recargar fuerzas.
Detalle parada metro Bastille
La histórica Plaza de la Bastilla
Tras descansar, comer y entrar en calor fuimos hacia la zona de la Torre de Montparnasse para cenar en una crêpería famosa llamada Ty Breiz. Ésta ha sido premiada numerosas veces, y no me extraña pues los crêpes estaban deliciosos. Para más información sobre Ty Breiz accede a su WEB.
Galette de espinacas
Crêpe especial de chocolate
Salí encantada de esta crêpería, estaba todo riquísimo, bebimos sidra típica de la zona y la relación calidad/precio era ideal. Para lo bien que cenamos, el ambiente y las numerosas veces que ha sido premiada , se podría decir que era incluso barata. Estoy deseando volver a París. Tienen buena pinta los crêpes ehhhhh Pues sabían mucho mejor :P