En el repaso diario que hacemos de la prensa, nos encontramos con una historia en "El Mercantil Valenciano", que reproducimos por su interés humano.
Deporte pese al párkinson. Ahora, se encuentra mucho mejor y va a hacer el camino de Santiago con el proyecto «Que tiemble el camino» Deporte pese al párkinson. El exárbitro gallego Gómez Freire sufre la enfermedad desde hace cuatro años. Junto con su esposa, se trasladó a vivir a Torrent. Ahora, se encuentra mucho mejor y va a hacer el camino de Santiago con el proyecto «Que tiemble el camino»
GERARD SÁNCHEZ VALENCIA El deporte es superación, entrega, vitalidad y salud. Se puede, y se debe, practicar a cualquier edad, pero en demasiadas ocasiones no se hace. Para el que no quiere, cualquier excusa es buena; que si hoy hace un mal día; que si al otro le duele un poco la pierna o se ha acordado de que tenía que hacer una cosa muy importante que llevaba tiempo aplazando. En cambio, están los que, teniendo problemas, dificultades y trabas de todo tipo, dicen «no, yo debo, y quiero hacer deporte y lo voy a seguir practicando pase lo que pase». En este último grupo se encuentra el exárbitro José Miguel Gómez Freire.Él sufre párkinson desde hace cuatro años. Su vida, como la de todos los que padecen esta incurable y todavía tan desconocida enfermedad, cambió por completo. Tuvo que prejubilarse en la multinacional donde trabajaba. Dejó de arbitrar, algo que había hecho durante 25 años, siendo, con más de 1.500 encuentros a sus espaldas, todavía hoy el árbitro con más partidos dirigidos de toda la provincia de Lugo. Y, finalmente, él y su mujer, Dolores, tuvieron que mudarse de la pequeña localidad de Burela, a orillas del Cantábrico donde vivían hasta Valencia pues, como indican: «La Asociación Parkinson Valencia es de las mejores de España y nos está ayudando mucho». Eso sí, la añoranza hacia su tierra es inevitable y cada verano regresan por unos meses.
Pese a todos estos cambios, algo ha permanecido inalterable en la vida de Gómez Freire. Y no es otra cosa que sus ganas de hacer deporte a diario. A sus 59 años practica atletismo cada jornada y eso le ha llevado ya a ganar las tres últimas ediciones del Mini Maratón que la Asociación organiza cada año frente al Palau de la Música de Valencia.
Pero ahora tiene otro reto entre ceja y ceja. El próximo 27 de mayo iniciará, junto a otros 14 afectados de párkinson de distintos puntos de España, el Camino de Santiago en una iniciativa de la citada asociación que se titula «Que tiemble el camino». Para todos será, sin lugar a dudas, una experiencia inolvidable en la que recorrerán los 108 kilómetros que separan Ourense de Santiago de Compostela en seis días. Pero para Gómez Freire, como gallego que es, constituirá algo muy especial: «Me voy a emocionar mucho porque es un reto que tengo desde hace tiempo y hacerlo va a ser muy bonito», confiesa.
Él y sus compañeros llevan ya un tiempo entrenando para este importante evento en el que tienen previsto recorrer «15 kilómetros cada día», asegura con orgullo. Su esposa, lo mira con ternura y añade: «Está comprobado que para todo tipo de enfermedad hacer deporte es bueno. Es una forma de prepararte, de motivarte, estar más en forma y más preparado». Ella recuerda los avances que ha hecho su marido desde que llegaron a Torrent: «Estaba más decaído y se le notaba más la enfermedad. En toda la costa no teníamos ninguna asociación. La más cercana estaba en Lugo, a más de 100 km de Burela, pero ahora podemos ir a la de Valencia a diario si queremos», asegura. Uno de los grandes problemas del párkinson es la desinformación que lo envuelve. Mucha gente lo sufre sin saberlo y otra, lo hace en silencio. Algo que Gómez Freire y su esposa consideran un error: «Yo animaría a todas las personas que tienen esta enfermedad a que acudan a una asociación para que la comprendan. Que sepan cómo cuidarlos y cómo tratarlos. Y también cómo se cuidan ellos mismos y cómo la conocen», dice Dolores.
No olvida su pasión, el arbitraje
Gómez Freire, como árbitro que ha sido, no puede evitar desvincularse de una de las pasiones de su vida a la que defiende: «Es la profesión más odiada. Los árbitros siempre tienen la culpa. Son la oveja negra del fútbol, pero para mí son honrados y son lo mejor que existe en el fútbol», asegura. Ahora que el Mundial está a la vuelta de la esquina, espera que los jugadores se porten adecuadamente con los colegiados: «Les diría que le ayuden a arbitrar porque ellos lo hacen lo mejor que pueden. Y que fueran deportivos. Que no quieran engañar siempre al árbitro. Si hay deportividad ganamos todos», asevera. De cara a la final española de la Liga de Campeones, augura una victoria del Atlético, aunque él es seguidor del Madrid: «Creo que ganará el Atlético y la Liga también. Soy del Real Madrid. Pero el Atlético es un equipo rocoso y está muy bien trabajado», dice con resignación.http://www.levante-emv.comFutbol Base y mas