OBRAS
PARQUE EDUCATIVO “SABERES ANCESTRALES” EN VIGÍA DEL FUERTE · 08/05/2015
Vigía del Fuerte es un pequeño municipio colombiano en medio de la selva húmeda tropical, con uno de los índices de desarrollo más bajos del país, graves problemas de orden público y fuertes condiciones climáticas –se trata de una de las regiones más lluviosas del mundo-. Además, no existe acceso terrestre, lo que provoca problemas de accesibilidad. Por esta razón, la gobernación de Antioquia decide hacer una inversión importante en el territorio con intención de fortalecerlo, intervención que, por las condiciones mismas del lugar, está obligada a desmontar esquemas predispuestos y a operar de una forma única y no replicable. Como parte de este proceso, Vigía del Fuerte fue seleccionado en el año de 2013 para albergar uno de los primeros parques educativos que se construirían en el departamento, planteados desde el gobierno local como espacios públicos para el encuentro ciudadano, y abiertos a toda la comunidad.
Vigía del Fuerte está delimitada por la selva tropical y el río Atrato que, en época de lluvias, abandona su cauce, inundando año tras año el municipio. Esto ha llevado a los pobladores a construir sus casas de forma palafítica, elevando sus hogares y construyendo pasarelas a un metro sobre el nivel del suelo para disminuir el impacto de las crecidas del río. De este modo se ha definido una peculiar arquitectura tradicional que se caracteriza, además, por el uso de fachadas que permiten la circulación del aire, cubiertas de elevadas pendientes o grandes aleros.
El parque educativo retoma estos elementos típicos, reinterpretándolos y potenciándolos a través de materiales adecuados a las condiciones del lugar, pero que a la vez garantizan una larga duración en el tiempo.
El proyecto se formaliza a través de dos casas tipo de Vigía del Fuerte dispuestas una al lado de la otra, dos casas palafíticas que se amplían de escala y se elevan 2,50 m del terreno, desplazándose ligeramente en planta para marcar con este movimiento los accesos del parque educativo.
En el costado oriental, en dirección hacia el río Atrato, está el acceso más público, una gran rampa que toca el suelo y sirve a su vez de graderío hacia “La plaza de sombras”, diseñada como parte integral del proyecto, y en la que se emplazan áreas de reposo bajo grandes pérgolas, una pista atlética y el polideportivo.
En el costado opuesto del edificio, el más privado, un pequeño graderío desciende hasta el nivel de las calles elevadas del municipio. El centro de los dos volúmenes construidos se vacía para generar un patio interior, el “patio del sabedor”, un espacio público cubierto, que protege tanto de las lluvias como del fuerte sol y que genera un lugar de encuentro para los habitantes del municipio. La “plaza de sombras” y el “patio del sabedor” se convierten así en los primeros espacios públicos de encuentro con las que contará el municipio.
Los demás elementos del edificio siguen la misma premisa de adaptarse y reinterpretar el lugar. Las fachadas del parque son celosías que permiten una ventilación continuada, manteniendo frescos los espacios interiores. Las cubiertas permiten recolectar y posteriormente tratar el agua de lluvia para garantizar el consumo interno en un municipio que está a la espera de agua potable, y sus grandes aleros protegen los espacios de la lluvia y del sol. Los materiales seleccionados requieren un mantenimiento mínimo: cerramientos en madera inmunizada, que únicamente necesitan un lavado periódico; losa y palafitos en hormigón pulido tratados para soportar las continuas inundaciones; y una estructura superior en acero corten que soporta sin deteriorarse las exigentes condiciones climáticas del lugar.