No todos los sitios pueden presumir de tener un parque como el parque Moret, en Huelva. Hay algo que siempre me ha gustado mucho en él y veo que le hace destacar bastante, se trata de la heterogeneidad espacial, ya que a diferencia de muchos parques, no es un sitio urbanizado en demasía, ajardinado, ordenado y de diseño. En este parque hay cuestas, hay piedras, hay árboles caídos, hay plantas de diversas edades, hay varios estratos (desde el herbáceo a los eucaliptos), todo de un modo natural, sin que nadie lo haya puesto u organizado. Es como ir al campo, solo que sin salir del barrio. El llamado pulmón verde de Huelva ofrece su mejor cara en primavera, donde en un breve paseo de un par de horas he contado unas 70 especies de unas 35 familias diferentes (posiblemente valorando un año entero se alcance el centenar de especies). Tenemos que valorar nuestro parque también en este sentido, más allá de circuitos para hacer deporte, merenderos, columpios y bares. Tenemos un parque donde encontrarnos con la naturaleza, un trocito de naturaleza como la que habría antaño en todo el entorno hoy modificado por el hombre.
A partir de la gran remodelación que cambió la cara del parque se han plantado especies autóctonas nuevas, por lo que no todas están ahora de un modo absolutamente natural, pero en cualquier caso estas reforestaciones han venido bien, tanto para rejuvenecer las poblaciones de algunas especies como para reintroducirlas, como los casos del madroño, los brezos, olivos o el algarrobo, y también he visto que han sembrado piruétanos, una planta que me cae especialmente simpática. Me hacen menos gracia la lavanda y el romero, porque he visto que son unas variedades domésticas cuando lo interesante sería que fueran las variedades salvajes, que tan difícil no será que estén digo yo.
Uno de los aspectos que siempre me ha llamado la atención del parque es que la gente puede tomar de él los alimentos que brinda. Hay algunas corrientes que sugieren que en las ciudades se deberían poner especies vegetales que de camino, aparte de sombra o belleza, nos den alimentos. Yo siempre lo he visto así en este parque, pero sin que nadie lo haya hecho a propósito -mira que si resulta que estamos adelantados al resto en algo-, de modo que la gente coge higos/brevas, higoschumbos, piñas, espárragos, almendras o aceitunas.
De lo que más me ha llamado la atención en esta primavera son las grandes poblaciones de Gynandriris (lirios pequeños) y Gladioulus (gladiolos), dos de mis plantas favoritas y que dan un toque de color y belleza al parque. Aparte, los prados están pletóricos, con una diversidad de especies notable para ser un parque urbano, habiendo contado hasta 15 especies distintas en 10 metros cuadrados, y sin entrar a valorar invertebrados, donde entre cochinillas, babosas, ciempiés, milpiés,arácnidos (en cinco minutos he encontrado 5 especies de arañas distintas), caracoles y variados insectos quedaría más clara aún la importancia infravalorada de estas pequeñas praderas . Entre los insectos más interesantes que he visto que viven en el parque me quedo con la mantis religiosa y la esfinge colibrí. No me cansaré de repetirlo, la biodiversidad, esa palabra tan empleada hoy en día, es un valor muy interesante de nuestro parque, o eso intento transmitir con esta entrada. Hoy solo había que acercarse a algunas jaras -de las que he contado cuatro especies distintas en el parque- o a algunas aromáticas, para darse cuenta de la cantidad de insectos preciosos que las visitan.
En cuanto a arbustos y árboles están presentes casi todas las especies propias del monte mediterráneo que cabría esperar. Sin contar la zona de antiguos huertos, con dominancia de la higuera, o los desniveles, con mayor abundancia de chumberas y agaves, podríamos decir que en el parque hay una zona de eucaliptos- donde se hace notoria una pobreza mayor de biodiversidad-, otra de pinares, y otra zona con alcornoques y encinas. También aparecen cipreses- planta que no es propia de Huelva-, olivos, acebuches, madroños, brezos, lentisco, coscoja,retama y diversas jaras y genistas. Me faltan algunas especies carismáticas como el arrayán, pero bueno, no se puede tener todo. Estas zonas arbustivas ofrecen alimento y hogar a numerosas especies animales.
En serio, incluso aunque no se sepa uno las especies, creo que darse un paseo por un parque donde encontrar un arcoiris de colores gracias a la variedad de plantas es un gustazo. Menuda variedad de formas y colores tenemos, y si encima añadimos las aves y otros grupos animales la experiencia es más completa aún. Valoremóslo como es debido, que todas las ciudades no tienen eso al salir de casa.
Breves apuntes sobre fauna
No pretendía hablar hoy sobre la fauna del parque más allá de resaltar la diversidad que encontramos en los herbazales, pero ya que estoy puedo añadir algunos breves apuntes:
Aves: además de los eternos moradores del parque como las tórtolas turcas, palomas domésticas, gorriones comunes,cogujadas comunes, currucas cabecinegras, urracas, mirlos, verderones, jilgueros y carboneros, ya se pueden ver algunos habitantes de la temporada primavera-verano, como la golondrina común, el avión común y el vencejo común -que de siempre han anidado en barrios como La Hispanidad, La Orden, Santa Marta o Verdeluz-, el precioso abejaruco, la abubilla y las cigüeñas. En el pasado invierno se han dejado ver una gran cantidad de mosquiteros, tarabillas comunes, colirrojo tizón y en paso migratorio ambos papamoscas (gris y cerrojillo). También se pueden ver a lo largo del año, en primavera/verano al alcaudón común -también en el cercano parque de Los Olivos- y el alcaudón real en invierno, y de aves de presa aunque sea casi anecdótico alguna vez se dejan ver por el parque el águila calzada, el cernícalo vulgar, el milano negro o el ratonero común. En los estanques, sobre todo en invierno, paran el cormorán grande, la garza real, gaviotas sombrías, gaviotas patiamarillas y gaviotas reidoras. Una sola vez vi en el parque al reyezuelo listado. Veo que el parque ofrece alimento durante el paso migratorio, y también, aunque en menor medida, refugio o lugar de cría para algunas especies.
Reptiles: que yo haya visto están representadas la culebra de herradura y la bastarda, aunque imagino que habrá pocos individuos en el parque, la lagartija colilarga y la ibérica, la salamanquesa común, y si se hiciera un muestreo más serio no me extrañaría que pudieramos encontrar eslizones o culebrilla ciega. Conozco de la existencia de camaleones en el parque, yo mismo encontré uno herido hace años, pero no me acaba de hacer gracia que estén allí, ya que veo que su origen es procedente de sueltas de gente que los ha sustraído del litoral, y en el parque hay muchos gatos, perros y ratas. Un animal que hace años que no veo es el lagarto ocelado, antes había un macho enorme, y también había dos ejemplares en el parque de Los Olivos y el polideportivo Diego Lobato (donde ahora está la piscina), pero me temo que igual ya no están presentes.
Mamíferos:sobre murciélagos habría que mirarlo con detenimiento, pero a grandes rasgos lo que he visto son ratones o ratas, conejos, y según he visto en fotos algún erizo se ha dejado ver por los huertos. He visto erizos atropellados en la zona del cementerio, así que bien cerca los hay.
Sugerencias
A raíz de mi paseo primaveral por el parque me he dado cuenta de que el parque tiene una diversidad natural que poner en valor. Se me ocurre que podrían organizarse visitas de una hora u hora y media para grupos de 10-15 personas en las que alguien que sepa de plantas explique curiosidades de la biología de las plantas, usos que el hombre hace de algunas de ellas, o historias que tengan estas especies detrás. Sería un modo de que los vecinos de la ciudad conozcan más lo que tienen a su alrededor, sepan la importancia de cada cosa y cuiden del parque. Estos paseos durante marzo-abril serían muy didácticos.
Si siguen poniendo arbolitos o promoviendo que haya especies autóctonas o de interés en el parque creo que podrían poner algunos en la zona de los estanques tipo chopos, olmos, mimbreras o algo así. Aparte, aunque no sea autóctono, poner un árbol de morera sería interesante, que hay pocos y cuando es la época de los gusanos de seda esos pocos acaban hechos una porquería, aparte su fruto puede ser útil para aves o personas. Personalmente no me gusta que hayan optado por especies que están en el catálogo andaluz de especies invasoras , pero me temo que ya es tarde.
En otro sentido, poner cada primavera durante apróximadamente un mes unas señales de quita y pon en dos o tres sitios del parque para que la gente no pisotee o suelte a los perros durante esas breves semanas podría ayudar a que la naturaleza se desenvolviera sin percances. Ya he visto en varios lugares esas señales prohibiendo segar, pisar o llevarse a casa cualquier planta de un sitio, o señales de “pradera en formación”. Igual es mucho pedir pero esos pequeños detalles siempre gustan y hablan bien de las preocupaciones ambientales de una ciudad.
Durante el último año he visto muchas mantis en el parque, demasiadas de ellas muertas pisoteadas, recuerdo que son inofensivas, ni son venenosas ni muerden, algún cartelito informando de ello y de la importancia de muchos insectos en la polinización, sin ir más lejos, sería otro punto interesante. La gente tiene una fea manía de matar a los insectos y a los reptiles cuando son nuestros aliados en muchos aspectos. Tener un parque cuyas especies van a más y que incluso cada vez tiene más especies es bastante interesante y habla bien de la ciudad.
Dadas las características del parque, rodeado de ciudad por todos lados, con senderos por toda su extensión, y con un tamaño que es el que es, no es posible que encontremos poblaciones de muchos animales. No estoy criticando, no es un defecto, es lo que es, y dentro de lo que es se puede intentar mejorar lo que hay. He visto algunas cajas nido abandonadas o rotas, igual se podría intentar hacer otro proyecto similar para intentar atraer más aves a criar al parque, ya que por lo que he visto no abundan las cavidades naturales ni los árboles muy escondidos donde criar con tranquilidad. Hay talleres y voluntariados en los que se pueden hacer y luego colgar, los resultados suelen ser muy enriquecedores.
Ya por último, y quizás lo más inalcanzable, desconozco la situación de las rapaces nocturnas en Huelva, pero en muchos lugares están poniendo cajas nido para lechuzas, o también para rapaces diurnas como el cernícalo vulgar o primilla, que son buenos aliados para ayudarnos a frenar algunos animales indeseables, como también lo son las aves y los murciélagos controlando a los insectos. Cuando yo era pequeño había lechuzas en el parque, hace años que no las veo pero podría intentarse algo al respecto.