La oscuridad del invierno por fin nos deja. Los meses sin luz se retiran gracias al viento del último temporal. El sol nos recibe con su cálida luz de marzo abriendo las puertas a la primavera. Me despierto con los ojos semiabiertos como un oso tras su profundo sueño invernal.
Un día perfecto para pasear por las cercanas marismas y disfrutar del olor a vegetación lacustre, de los caminos de arena o de los cantos de las avecillas. Este rincón natural protegido, que une Colindres y Laredo, es perfecto para la observación de aves acuáticas y para llenarnos de energía con el disfrute de un relajado paseo.
Revista Viajes
Parque Natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel, paseo de Colindres a Laredo
Por El Mundo De Jaled Javier Ibarra @jaledibarra
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