Eso es lo que apuntan los indicios que el Juez Ruz ha encontrado, con ayuda de la Agencia Tributaria, y que confirman que hay un descuadre entre la contabilidad del Partido Popular y la del arquitecto Gonzalo Urquijo, quien dirigió las obras de reforma de la sede en Génova.
Figuraba en los papeles de Bárcenas, y éste se lo anunció al juez Ruz, allá por julio, y ahora se ha descubierto que hay partidas que se pagaron al arquitecto y que no figuran en la contabilidad del PP. O sea, hay pagos por valor de más de 1,3 millones de euros que existieron y que no se encuentran en la contabilidad oficial del partido, esa que se remite al Tribunal de Cuentas, ese al que se refieren siempre que alguien les habla de malas prácticas.
Esto ha provocado que, a instancias de la Fiscalía Anticorrupción, el juez haya imputado al arquitecto. Le imputa por presuntos delitos contra la Hacienda Pública, falsedad documental y falsedad contable.
Ya saben ustedes cómo funciona este partido mentiroso, de cuya red de financiación ilegal y de la existencia del pago de sobres en negro nadie duda.
Ya lo ven. Este partido que sostiene a un gobierno que aplasta a los ciudadanos con sus recortes y sus impuestos, que dice perseguir el fraude fiscal y luchar contra la economía sumergida, resulta que presuntamente paga en negro a algunos de sus proveedores.
Ellos son el ejemplo. Por un lado, Montoro metiendo la tijera y por otro, en Génova, manteniendo pagos en B. Una verdadera maravilla. Pidiendo que paguemos, haciendo que ganemos menos, bajando pensiones, aumentando el paro, subiendo impuestos, declarando una amnistía fiscal, destruyendo el Estado del Bienestar, cargándose a los más débiles, y ahora parece que se presume que ellos han actuado de forma ilegal.
Actúan con su ley del embudo particular. Y naturalmente lo ancho cae en la calle Génova, mientras que al resto del país le queda lo estrecho.
Ahora entiendo por qué Montoro se ríe cuando nos da malas noticias. Habla de un recorte y se ríe, lo hace sobre el aumento de un impuesto y se vuelve a reír. Siempre se ríe como una hiena. Y es que, desde su punto de vista la cosa está clara y es para mondarse de risa. Nos pide sacrificios mientras que ellos viven en una continua mentira montada sobre una contabilidad B. Está claro qué piensa cuando nos aniquila. La frase favorita del PP, que ya pronunció su diputada Fabra: ¡Que se jodan!
Salud y República