Los trazados ferroviarios gallegos siempre han estado condicionados por un accidentado relieve que ha dificultado las comunicaciones ferroviarias con el centro peninsular. De hecho, la primera línea directa entre Madrid y Galicia, por Zamora y Ourense, no se logró hasta el año 1958. Las conexiones tanto por ferrocarril como por carretera con Galicia, siempre han venido acompañadas por la dificultosa orografía existente tanto en el interior de Galicia, como en las conexiones entre la meseta y Galicia.
Desde hace ya más de una década, se están construyendo los 230 kilómetros que faltan para completar el acceso de alta velocidad ferroviaria desde Madrid a Galicia. El corredor Madrid Galicia, tiene como fin mejorar la conexión entre Galicia y la Meseta, históricamente mal comunicadas, mediante "un nuevo trazado ferroviario con parámetros de alta velocidad": plataforma de doble vía en ancho estándar, electrificación a 25 kilovoltios y sistema de protección Ertms nivel 2, apto para velocidades de 350 kilómetros por hora y uso exclusivo de viajeros.
Las obras del AVE a Galicia se prolongan ya a lo largo de una década, con la progresiva entrada en servicio de diferentes tramos entre Olmedo – Zamora – Lubián – Orense - Santiago. Así, están ya en servicio los tramos entre Madrid y Olmedo, entre Orense y Santiago, que enlaza con el Eje Atlántico, y Olmedo - Zamora, el último que entró en funcionamiento y el que influye sobre todo en la provincia, debido a que es vital para las conexiones con Madrid. Solo falta el tramo entre Zamora y Pedralba de la Pradería, que empezará en pruebas este mes antes de su entrada en servicio comercial y el de Pedralba a Taboadela, cerca de Orense.
Faltaría tan solo un pequeño tramo entre Taboadela y Orense que se resolverá con una vía provisional hasta que esté lista la entrada del AVE en la capital gallega.
La nueva relación ferroviaria posibilita una mejora significativa en velocidad, fiabilidad, confort y tiempos de viaje. La nueva línea Madrid - Galicia se construye en plataforma para vía doble electrificada, con parámetros de alta velocidad, y está diseñada para velocidades máximas de 350 km/h. La llegada de la alta velocidad supone además, para las estaciones de su recorrido, obras de adaptación y modernización de instalaciones, así como una mejora del urbanismo de las ciudades. Las mejoras de tiempo serán progresivas, hasta alcanzar un tiempo de viaje entre Santiago y Madrid en el entorno de las 3 horas. Es una clara apuesta por el ferrocarril como medio de transporte que favorece la cohesión social y la dinamización económica.
La línea del AVE y la renovación de los trenes hacen que se hayan acortado ya notablemente los tiempos de viaje de Galicia a Madrid y también de Zamora a la capital de España, pero aún tienen posibilidades de mejora. Así, cuando esté concluida toda la línea el viaje en tren entre Madrid y Coruña, en el que se tardaban casi ocho horas y media, se quedará en tres horas y diez minutos. Y también mejorará el tiempo de viaje entre Zamora y Madrid, fundamentalmente por la entrada en servicio del nuevo sistema de seguridad ERTMS, que permitirá reducir de 1,30 horas a 1,10 el recorrido hasta la capital de España.
Este frente que tiene abierto el gestor de infraestructuras ferroviarias es un tramo de 228 kilómetros y la puesta en servicio de este tramo supondrá la culminación de toda la línea hacia el noroeste, desde Olmedo hasta Santiago de Compostela. No se trata de un tramo sencillo, puesto que ha sido necesario realizar la excavación de 38 túneles, los más importantes, de más de ocho kilómetros, el Túnel del Corno y el túnel del Espiño, y edificar 48 viaductos. Tendrá paradas en Puebla de Sanabria (Zamora) y A Gudiña (Orense).
Para darnos cuenta de la inversión realizada, cuando finalice el tramo entre Zamora y Orense de la línea de alta velocidad habrá supuesto un coste total de 4.443 Millones de euros, convirtiéndose en una de las obras de ingeniería más espectaculares de España.
Sika ha colaborado en la construcción, puesta a punto del hormigón proyectado, de los hormigones de revestimiento y de las obras de impermeabilización realizadas en los túneles de esta infraestructura con soluciones como los aditivos Sigunita, Sika Viscocrete, Sikament, Sika Rapid y Sikatard, las fibras de polipropileno Sika Fiber y la lámina de impermeabilización Sikaplan. La empresa se siente orgullosa de haber proporcionado una buena asistencia técnica a la totalidad de constructoras implicadas en este vasto proyecto, y de haber colaborado a que este proyecto de gran dificultad haya podido salir adelante.
Sika es especialista en este tipo de proyectos. No hay que olvidar que su éxito como empresa comenzó hace 100 años en el Túnel del Gotardo. Con la impermeabilización previa a las tareas de electrificación de la línea ferroviaria en 1918, Sika fijó las condiciones para el éxito de esta vía férrea que conectaría el norte y el sur de Europa, siendo este hecho fundamental para el desarrollo global de la compañía.
Hace solamente tres años se culminó el magno proyecto del nuevo San Gotardo en que se desafiaron todos los retos para la empresa. Desde el inicio de las pruebas preliminares en 1992, los trabajadores de Sika emplearon más de 210.000 horas en el proyecto, suministrándose alrededor de 20.000 toneladas de aditivos de hormigón en los trabajos de hormigonado e impermeabilizando el túnel con 3,3 millones de metros cuadrados de membranas Sikaplan -aproximadamente el tamaño de 330 campos de fútbol-. Se llegaron a utilizar en la obra en total unas 40.000 toneladas de productos Sika, equivalentes a 1.700 vagones de mercancías.
Perfil corporativo del Grupo Sika
Sika es una compañía multinacional especializada en productos químicos. Suministrador en los sectores de construcción - en edificación y obra civil - e industria (transporte, automoción, plantas de energía solar y eólica, fachadas), Sika es líder en la fabricación de materiales empleados en sellado, pegado, impermeabilización, reparación y refuerzo y protección de estructuras. La presencia local en 101 países, con 300 fábricas y aproximadamente 24.000 empleados en todo el mundo permiten a la empresa tener una previsión de ventas de 8 billones de CHF en 2019.