Revista Diario

Partos compartidos

Por Drajomeini @DoctoraJomeini

El otro día, en el corcho de mi servicio, entre listados de guardias, asignaciones de quirófanos, localizadas y cursos, estaba este dibujo tomado del libro de A. Gelty La diosa: Madre de la naturaleza viviente. Según la autora, se trata de una pintura sobre madera originaria de los indios huicholes (que existen, lo he comprobado). Estos señores piensan que la mujer no debe quedarse con todo el dolor del parto (que consideran un placer. Algo sádicos sí que son estos indios...), así que el hombre se sienta en unas vigas sobre la cabeza de la parturienta con una cuerda atada a sus partes nobles. Y, cada vez que la mujer tiene una contracción, tira de la cuerda para que su pareja comparta los dolores del parto. Me quedé mirando el dibujo con cara de pasmo. ¡Fuerte manera de hacer el indio! Aparte de que, en una de estas, una parturienta con polisistolia puede dejar a su marido estéril de por vida. ¿Vendrá de aquí la expresión "tenerle cogido por los huevos"? ¿Y la de "se los pisa"? Oh, cielos, horror de los horrores, si fuera una anestesista huichola, ¿tendría que poner dos epidurales por parto? Y, de repente, me di cuenta de la cara que se le va a quedar al pobre hombre, cuando se baje de la viga después de aguantar el tirón (o, mejor dicho, los tirones)  y se dé cuenta de que el crío es negro. Eso sí que es tocar los huevos.

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