«Cuando nuestras ideas chocan con la realidad, lo que tiene que ser revisado son las ideas». J.L.Borges
Resulta curioso escuchar día tras día un montón de frases erradas cargadas de buenas intenciones. Sentencias que afirman dichos populares. Son como las leyendas urbanas que circulan de boca en boca sin un ápice de verdad. En obstetricia y en partos pasa igual. Las escucho y las desmonto una y otra vez, sin resultado aparente, en espera de aclarar comentarios equivocados.
Quiero mostrarlas con una sola idea; ayudar. Porque a veces, casi siempre, quien sufre las consecuencias es la embarazada.
- Se me ha pasado la epidural
La epidural es muy efectiva durante la dilatación. El efecto disminuye al llegar el periodo expulsivo, pero la perfusión, la entrada del analgésico a través de ese catéter, tubito, que está pegado a la espalda, continua prácticamente hasta que sale el bebé. El “se me ha pasado la epidural” significa dejar una fase cómoda y adentrase en otra que conlleva esfuerzo, mucho, y a veces dolor.
- Como era de noche, me pusieron una inyección para dormir y pararme el parto.
Si tuviéramos el poder de frenar los partos, no habría bebés prematuros.
Sin embargo, ¿Cuántas veces hemos escuchado y sobre todo escucharemos esa dichosa frasecita? Lo más triste es contemplar a la mujer dolorida, molesta, insomne, rechazando la ayuda, porque sus familiares “desconfían” del personal sanitario. Una ayuda útil que favorece el proceso y beneficia a la mujer.
A veces ellas, las gestantes, dicen si y sus madres y suegras, lamentablemente, dicen no.
- En el anterior, me hicieron una cesárea vaginal.
Aún recuerdo el rostro anonadado de la residente de ginecología cuando escuchó “eso” por primera vez. La mujer insistía muy convincente mientras la doctora ponía los ojos como platos. Es un concepto antiguo que aún se escucha, refiriéndose a una gran episiotomía y un parto instrumental (fórceps o ventosa). La cesárea sólo se hace a nivel de abdomen.
- ¡10 centímetros! ¿No podía dejarlo en 6 o 7?
Los centímetros necesarios para el parto, dependen del peso del bebé. No es una decisión de la matrona.
- Quiero un parto natural con epidural
Ambas son excluyentes, no van cogidos de la mano, nunca. Sería como decir; quiero correr el maratón conduciendo un coche. Una cándida petición que escucho cada vez más.
- Mi madre acabo en cesárea, seguro que yo también. Es de familia.
El desenlace obstétrico de un embarazo, parto vaginal o no parto vaginal, no se hereda de madres a hijas. Aunque al final, la hija terminara en cesárea y nos dijera: ve, se lo he dicho. No es un factor a tener en cuenta.
He traído los dichos más habituales. Ojalá que esta entrada, pueda ayudar a las mujeres a decidir por ellas mismas, al margen de la “obstetricia popular”.