
Eso sí, Stuker lo ha hecho en la vida real, por lo que la aerolínea, aparte de darle acceso a las salas VIP y concederle automáticamente upgrades a primera clase, le ha puesto su nombre a uno de sus Boeing 777, en concreto el N770UA.Claro que para ello Stuker ha tenido que tomar unos 6.000 vuelos en los últimos 29 años, algo que deja en mantillas mi media de unos 50 vuelos al año de estos últimos años.
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