Dentro de las obras de infraestructura, las pasarelas peatonales presentan algunas características particulares: el usuario experimenta la pasarela desde la proximidad y escala humanas, por ello es necesario encontrar el lenguaje y escalas adecuados, que deben respetar el contexto y el lugar en el que se construyen.
Como parte de la reciente exposición estatal de jardinería en Ingolstadt, Alemania, se diseñó una nueva pasarela peatonal que da acceso a la entrada principal del parque. El requerimiento básico del cliente: una conexión peatonal y ciclista sobre una concurrida carretera que permaneciera en su lugar después de la Exposición Estatal de Jardinería de 2021. El diseño de la pasarela va más allá de su función básica de proporcionar una conexión directa y segura para el usuario, sino que busca proporcionar un espacio disfrutable en si mismo, con un carácter distintivo a través de la concepción de una estructura coherente y detalles bien logrados.
La idea del diseño paisajístico para la exposición tiene un lenguaje formal muy claro y conciso que transcurre en la dicotomía entre la industria, la cultura y el paisaje. El diseño del paseo peatonal responde a este lenguaje contextual y formal, con secciones transversales claramente formadas, bordes y transiciones nítidamente definidos y sin líneas ni volúmenes curvos.
Al diseñar la estructura, se puso especial énfasis en desarrollar una obra memorable, interesante y con identidad propia, pero respetando estrictamente el contexto y la concepción paisajística. La estructura discurre como un tablero continuo entre ambos extremos, con una esbeltez extrema tanto de los elementos del tablero como los soportes en forma de “Y”, creciendo suavemente y de forma continua, tanto longitud de los vanos como en altura y dimensión de los soportes desde el parque hacia el Este. Es una estructura integral (sin aparatos de apoyo) donde el estribo occidental actúa como el punto fijo de la pasarela. Los soportes en “Y” disociados en una serie de elementos paralelos realzan la transparencia y esbeltez de la estructura, que parece flotar sobre el terreno, proporcionando una percepción siempre cambiante al usuario.
Durante el día y la noche, la pasarela marca la entrada principal al Festival de los Jardines. Al atardecer, el puente se ilumina suavemente y se convierte en un elemento característico en las horas nocturnas.
El concepto de iluminación de cada uno de los elegantes soportes se materializó con luminarias RGB de color variable integradas en la estructura, con el objetivo de lograr un uso atractivo y específico de la luz de color.
Gracias a la disposición de las luminarias entre las lamas metálicas inclinadas que conforman los brazos de los soportes en forma de “Y” griega, se logran generar seis espacios de colores independientes por cabeza de columna, retroiluminando los brazos de las columnas y la cara inferior del tablero, permitiendo generar mezclas específicas de colores. La mezcla de colores generada se prolonga a lo largo de sus 170 metros de longitud del puente.
El reflejo en la barandilla (formada por una red de cables de acero inoxidable) de la suave iluminación superior de la pasarela mediante mini-luminarias blancas alojadas en los pasamanos, produce una suave banda horizontal y ofrece al usuario un pasaje seguro y sin deslumbramiento.
La pasarela como un todo es mucho más que la suma de sus componentes formales: no solamente conecta dos puntos, sino que además combina función, forma, estructura e iluminación para formar un conjunto holístico que se adapta naturalmente al contexto urbano, la concepción paisajística y al día a día de los futuros usuarios.