No exageramos si decimos que hace una década que este debate está sobre la mesa y sin visos de solución. La extrema delgadez de las modelos elegidas por los diseñadores para mostrar sus colecciones en las pasarelas más prestigiosas de la moda ha hecho llevarse las manos a la cabeza a la sociedad, a los médicos, a quienes viven de cerca un caso de anorexia… No han servido las críticas ni tampoco las prohibiciones (Milán, 2006). Cada temporada encontramos modelos que lucen esqueleto, literalmente.
Y eso que últimamente las mujeres con curvas se han impuesto en el mundo de la moda y han reivindicado con éxito que la belleza no está en la talla.

Hay mujeres delgadas por constitución y otras con tendencia a estar más gruesas. Y todas pueden ser igualmente bellas. Lo importante es que no se fomente el vínculo “belleza=delgadez extrema” que castiga la autoestima de muchas mujeres a fuerza de mirarse en un espejo irreal, más próximo a la enfermedad que a la auténtica naturaleza de la mujer.
Armani, Milán, septiembre 2014

Versace, Milán, septiembre 2014

La modelo Cassi van den Dungen desfilando en Nueva York en septiembre 2014

Chloé, París Fashion Week, primavera-verano 2015



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