Pase VIP: ‘Godzilla’

Godzilla

Godzilla, o Gojira para los japoneses, no tiene unos cánones en los que basarse para representarlo, ya que su creación parte del miedo de los nipones tras la bomba atómica de la 2ª Guerra Mundial. Por ello, en todas las adaptaciones podemos ver múltiples diferencias del reptil.

Han pasado ya 16 años desde que Roland Emmerich nos sorprendiera con su versión del saurio más conocido de todos los tiempos y ahora Gareth Edwards, director de ‘Monster’ (2010), nos muestra una nueva adaptación de la criatura.

La película empieza con una muestra de la bomba atómica y cómo en esta ocasión no son pruebas militares sino que la detonación se crea para acabar con Godzilla y no es producto de una mutación radiactiva. Nos explican que la criatura ya existía y pasó a vivir a las profundidades donde aún queda radiación procedente del núcleo de la Tierra, ya que se alimenta de radiación. Desde mi punto de vista, encuentro que es más viable esta versión y la manera en que Edwards nos la presenta causa más impacto. Eso nos hace creer grandes expectativas al empezar tan fuerte ya presentándonos al Rey de los Monstruos. Tras esto nos presentan a un Bryan Cranston (protagonista de ‘Breaking Bad’) como padre de familia que quiere saber la verdad sobre una investigación que está llevando a cabo, la cual se echa a trizas y su vida da un giro de 180 grados. Por otra parte, nos van mostrando otros emplazamientos con un grupo de científicos que han descubierto un parásito prehistórico, con formas similares a un murciélago actual.

El film va avanzando a un ritmo muy constante y lineal, sin grandes pretensiones y tarda bastante hasta que nos muestra completamente a Godzilla. Antes de llegar a ver el réptil, vemos como el parásito, al cual denominan M.U.T.O y que también se alimenta de radiación, pasa a un primer plano quitando protagonismo a cualquier personaje humano y hasta al propio saurio. Tras la interpretación del carismático Cranston, vemos que ningún personaje tiene un claro signo de protagonista, Aaron Johnson (conocido por ‘Kick Ass’), parece que lo intenta pero no llega a lograr hacerse hueco.

Durante una hora nos van dando clases de geografía y haciendo el seguimiento del M.U.T.O, y nos presentan un segundo M.U.T.O, lo cual hizo perder los nervios a más de uno en la sala al querer ver ya a Godzilla en acción. En este punto, hay una divergencia, y habrá espectadores que seguirán enganchados a la trama y otros que, por el contrario, verán que no cumple sus expectativas. La historia de los parásitos, se explica para que posteriormente el protagonismo recaiga en Gojira, el cual servirá de ayuda a la humanidad para acabar con ellos.

Hasta llegar al desenlace, vamos persiguiendo MU.T.O.S, que van por separado recorriendo mundo con el único fin de juntarse y crear una descendencia. Vemos como hay un claro ejemplo de dimorfismo sexual (diferencias físicas entre el sexo masculino y el femenino), al ponernos al macho como elemento volador y la hembra no, sin embargo la hembra triplica en tamaño al macho. Esto causó un momento de incertidumbre, ya que muchos espectadores no encontraron lógica a lo que nos científicos nos estaban narrando, pero os aseguro que es 100% posible y se encuentra bien documentado.

La película recupera las expectativas cuando se juntan los tres monstruos en EEUU y se produce la gran batalla: El equilibrio de la naturaleza (Godzilla) contra la humanidad que sólo busca abusar y sacar partido, seres oportunistas (M.UT.O.S)

Pese a tardar en llegar a la gran acción final, no es una película aburrida, está bien hilada y tiene una magnífica fotografía que nos va mostrando ciudades destrozadas con unas imágenes impresionantes y unos colores que nos hacen creer en el apocalipsis.

Creo que en esta ocasión el miedo hacia Godzilla nos hace ver que hay esperanza en las grandes cosas, que tener aspecto malvado no siempre está relacionado con serlo, ya que vemos un animal bondadoso que se encarga de ayudar a restablecer el equilibrio natural.

Nota: 7/10

Ylenia Cañadas.