Como muchos sabéis, en unos días me iré de vacaciones, pero serán unas vacaciones diferentes, porque este año voy a hacer el Camino de Santiago
Salvado el problema de la equipación, porque nunca había hecho ninguna actividad parecida, salvo excursiones de un día por la montaña, y tuve que comprar todo nuevo, solo me quedaba el problema del entrenamiento: no puede uno ponerse a caminar 30 kilómetros diarios de la noche a la mañana. Además tenía que acostumbrar mis piececitos a las nuevas botas, así que se me ocurrió salir con ellas a pasear un par de veces por semana durante el mes de julio. Al principio no sabía muy bien hacia dónde ir, pero luego empecé a caminar rodeando toda la ciudad, por los paseos que hay en los ríos, que es lo que os voy a enseñar en este post offtopic total. Afortunadamente, vivo en un extremo de la ciudad, así que solo tengo que salir por un lado, hacia el este, y volver por el otro.
El primer lugar que visito es el parque de la Candamia, un parque enorme a la orilla del río Torío.
Cruzando el río, por un puentecito peatonal, hay un camino que sube hacia lo alto del parque, donde las vistas son maravillosas: podemos ver toda la ciudad a vista de pájaro, y las tierras que se extienden hacia el noreste.
Son las mejores vistas de León, junto con las que se ven desde la zona de los hospitales.
Volvemos a bajar al parque y continuamos a la orilla del río Torío. Pasamos por el puente de Puentecastro, que han reformado y arreglado un montón de veces pero que, al parecer, no han tocado la estructura interna, que es lo que se resiente. En todo caso, ha quedado bastante bien por fuera, por lo menos. Y seguimos acompañando al río hasta su desembocadura en el Bernesga. En el punto donde ambas corrientes confluyen han puesto unos bancos de madera, y podemos descansar un poco allí y aprovechar para sacar unas fotos. Habrá algunas personas tentadas de darse un remojón, pero creo que en estos ríos de ciudad no es muy aconsejable meterse (mi perro se bañaba y luego olía a pescado podrido… un asco). El siguiente tramo ya es a la orilla del Bernesga; durante medio kilómetro no hay camino más que el que se ha hecho al caminar la gente por allí, pero está muy bien y es cómodo. Más adelante ya llegamos al paseo del Bernesga, propiamente dicho. Pasamos por una de las zonas monumentales: el puente de San Marcos y San Marcos, por supuesto. Llegados a este punto llevamos un par de horitas caminando y oye, todo peregrino necesita descansar de vez en cuando, así que qué mejor plan que una visita a mi abuela, que siempre me tiene listo un cafetito y algo para recuperar fuerzas. No hay nada más rico, y encima en buena compañía. Además, aprovechamos para intercambiarnos libros, que mi abuela también lee mucho. Y la última parte del recorrido no tiene mucha emoción, porque es por la ciudad, por zonas nuevas donde solo hay acera y carretera, hasta llegar a la universidad y volver ya a casita. En total, unas 3 horas de caminata. Las zapatillas me van estupendamente y, aunque sé que no es lo mismo que el Camino, puesto que no llevo peso, no tengo prisa, voy pronto para no pillar la solana del mediodía, etc., creo que es un buen entrenamiento para ir haciéndome a la idea y, además disfrutar del paseo y de las vistas. También es verdad que estoy en el paro y que dispongo de todo el día para hacer estas cosas, que también ayuda.Supongo que comentaré algo en el blog cuando termine el Camino. Tengo muchísimas ganas y estoy nerviosa al mismo tiempo (¿y si no aguanto? ¿y si del calor me salen unas ampollas que me dejan coja? ¿y si…?); pero seguro que es una experiencia única, todos lo dicen.
Ya hemos hecho las dos primeras etapas (León-Astorga) durante un fin de semana de julio, para probar, y fuimos bastante bien; ahora saldremos desde Astorga y ya directos hasta Santiago
Como no se puede llevar mucho peso, aprovecharé para llevar el kindle con un montón de lecturas para elegir.