Revista Insólito

Paseo en bicicleta por Palencia

Publicado el 18 noviembre 2021 por Monpalentina @FFroi

PALENCIA EN BICICLETA

Ver y recorrer Palencia en bicicleta ha sido una de mis mayores y enriquecedoras experiencias. Lo recomiendo. Palencia nos espera para recorrerla a lomos de una bicicleta.

A mi amigo, el gran escritor Julián González Prieto

Paseo en bicicleta por Palencia


En esta mañana otoñal comencé temprano a dar pedales, y me acerqué a Monzón de Campos. Al llegar al Alto de la Miel, que se anticipa a Monzón, comenzó el espectáculo: Una increíble postal vieron mis ojos: El Curavacas, y Espigüete, y toda la Montaña Palentina; la Peña Amaya, y buena parte de los Montes de León, a la vez que pedaleo y desciendo a toda velocidad al pueblo de los nabos. Impagable espectáculo que me invita a dar pedales hasta Cervera, como hice hace muchos años, admirando a mi paso el Pajarón de Amusco, las casonas de Piña, la belleza de San Martín de Frómista, Osorno La Mayor, Herrera de Pisuerga, Villaconancio, la Ojeda, y todas las maravillas que están a pie de carretera hasta llegar a Cervera. En Monzón me vuelve la consciencia y tomo la "autopista" hasta Becerril.

Me aposento en la Venta de Valdemudo, donde me espera otro espectáculo fluvial, esta vez construido por el hombre: El Canal de Castilla. En breve continuaré mi camino en busca de la espectacular Becerril, y me adentraré en La Nava, en este particular viajé por nuestra maravillosa provincia, desde la puerta de mi casa.

Paseo en bicicleta por Palencia


Llego a Becerril y me recibe su monumental Humilladero, la puerta de su muralla, el Canal de Castilla, sus tres iglesias, la de Santa María, extraordinario Museo; la restaurada iglesia de San Pedro, convertida en Centro Cultural, lugar que te acerca al cielo, difícil de ver y sentir en otro monumento.

Me voy al pueblo nuevo, a Cascón de la Nava, con los aires otoñales y las vistas de Torremormojón, y los Montes Torozos. Pararé en La 30, esclusa del Canal de Castilla con este número, para sentir el mágico sonido del agua en su marcha hasta Viñalta. Llegaré a Palencia, custodiado por los chopos y olmos de la antigua carretera de León, con la vista del Cristo, la catedral y San Miguel, mientras las viejas chimeneas me recuerdan el pasado industrial de Palencia. Al entrar en Palencia me recibirá la Dársena y admiraré de nuevo la maravilla y grandiosidad del Canal de Castilla, cruzaré después el Puente Mayor, en busca del de Hierro, el Salón de Isabel II y el Instituto Viejo.

Paseo en bicicleta por Palencia


Finalizo mi paseo después de dos horas treinta minutos, 60 kms. montado en la bici. Tres horas en total, si cuento las paradas para escribir en WhatsApp esta crónica. Disfruté también del otoño, de la vista de la iglesia de Autilla y su Mirador de Tierra de Campos, de los montes que rodean a Palencia, de los cerros del Otero y San Juanillo, del Monte el Viejo, de los magníficos chalets que proyectó nuestro Gaudí, el genial Gerónimo Arroyo.

Al paso por el hospital, Río Carrión, un sin fin de vehículos se encontraban aparcados al lado de la carretera de Villamuriel, vi a gente transitar portando papeles hospitalarios, y a otros a la espera del autobús, a los taxistas junto a las banderas, mientras la chimenea de la fábrica de café, lanzaba humos limpios con olores torrefactos que me hacían desear tomar una taza de café. Tomo la carretera de Villamuriel y llego a la rotonda del olivo milenario, junto al puente Nicolás Castellanos y el Parque Rivera Sur, donde cascadas de niños disfrutaban de la naturaleza con sus maestros, junto al río Carrión, a los pies de la ciudad. Según rodaba me di cuenta de que, en esta zona de Palencia, apenas quedan solares para construir, quien lo iba a decir cuando hace muy poco eran terrenos de hortelanos, de vaquerías, de la perrera municipal, terrenos perdidos, aislados de la ciudad.

Paso junto a las tapias de la Fábrica de Armas, el Parque Europa, y pedaleo al lado de las vías férreas, observo con nostalgia la falta del antiguo edificio del colegio, derruido esta primavera, con un nombre peculiar "Carrechiquilla", mientras llego a la Pasarela de Cardenal Cisneros, y escucho el griterío de los niños que juegan en el patio del colegio Padre Claret, al mismo tiempo que me acerco a mi parque favorito, la Huerta de Guadián, y me da tiempo a observar el magnífico e incomparable templo que decora y da esplendor al parque: la iglesia románica de San Juan, una joya, menos mal, que rescataron de la invasión de las aguas de la presa de Aguilar.

Paseo en bicicleta por Palencia


¡Qué manera de disfrutar!, recorrer y ver Palencia en bicicleta, provincia que he pedaleado a lo largo y ancho durante muchos años, a solas o acompañado, aguantando solanas, tormentas, fríos, vientos y chaparrones, pero siempre disfrutando de mis maratonianos recorridos, que me aportaron un exhaustivo conocimiento del paisaje y de cada población. Llegué a los pueblos y los conocí a golpe de pedal. Palencia es única y cada una de sus comarcas: Tierra de Campos, Cerrato, Alcores, Vega y Montaña, nos ofrecen un espectáculo digno de ver, no hace falta ir más lejos.

Recomiendo paseos como el de hoy a quien esté un poco entrenado. Este recorrido lo puede hacer cualquiera, con muy poco tráfico, (excepto el tramo hasta Villalobón, y la entrada en Palencia): No tiene precio darse un paseo por la mañana, o por la tarde, para admirar la provincia y su capital. ¡Cuántos buenos amigos he conocido gracias a la bicicleta!

Paseo en bicicleta por Palencia

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