Revista Opinión

Pasión cubana

Publicado el 05 noviembre 2010 por Cronicasbarbaras

Hace poco un piloto de líneas aéreas relativamente cercano a este cronista voló por primera vez a La Habana. Paseaba por el Malecón cuando se le acercó un hombre: ¿Quieres mujeres? No. ¿Hombres? No. ¿Niños?...

 Tras el nuevo no, y entre sorprendido e irritado, el tipo repitió el tópico, ¿Entonces a qué carajo viniste a Cuba?

Los niños. Esa es la pasión cubana de bastantes turistas, también periodistas que ahora atacan a Sánchez Dragó por contar su relación en 1967 con unas japonesas de 13 años, algo deleznable pero que aprueba el Código Penal español.

Quizás por causas comercial-patrióticas la nueva ministra de Exteriores siguió en la UE la doctrina Zapatero-Moratinos de proteger el castrismo en la esperanza de que Cuba se transforme en una nueva República Popular China: capitalismo del régimen mantenido con brutalidad comunista sobre el pueblo.

Desde Abanicos Folgado, la primera empresa de la lista alfabética, hasta Zepol Marín, la última, hay unas 380 compañías españolas establecidas en la isla, según el directorio del Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX).

Las principales son hosteleras, y buena parte de ellas ocupan edificios o terrenos de antigua propiedad estadounidense, expropiados por el castrismo en los primeros 1960.

El motivo del embargo del comercio de EE.UU. con Cuba –que no bloqueo—es que el régimen comunista no compensó las expropiaciones con indemnizaciones.

Por tanto, el gobierno de Zapatero es mucho más procapitalista que el de José María Aznar al defender más que él los intereses de las empresas españolas, que podrían arruinarse si cae el régimen: sus instalaciones y concesiones volverían a ser estadounidenses.

Luego, la prostitución y la pederastia: numerosos españoles-españolas son castristas por miedo al chantaje tras aceptar relaciones sexuales como las narradas arriba, que están debidamente grabadas por la policía del régimen.


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