Revista Belleza
Ya sabemos que no hay nada más sexy e irresistible a los ojos de un chico que unos labios rojos.
Es el color más sensual por excelencia. pero no apto para cualquier mujer, hay factores que pueden hacer que te queden a las mil maravillas o por el contrario ocultar tu sensualidad.
Tu color de piel puede arruinar el más intenso y sensual rouge.
La primera regla de oro es el tamaño de tus labios, si son demasiado finos un labial rojo puede producir el efecto contrario al deseado, ya que si son finos pero irregulares, puedes redibujarlos, pero si son demasiado finos, el efecto óptico de un color tan fuerte, lo que hace es disminuir aún más su tamaño.
Y si por el contrario tus labios son demasiado gruesos obviamente lo mejor es utilizar labiales mates, pues el brillo aumenta visiblemente el volumen de los labios.
Pero el tono de la piel también es importante, como ya hemos comentado en entradas anteriores, las personas dividen su tono de piel en dos armonías cálida y fría. conocer cual es tu tipo te ayudará bastante a la hora de maquillarte y vestirte para sacarte el máximo partido, pues al utilizar los mismos tonos que la armonía de tu piel éstos te aportan luminosidad, resaltando así tu belleza natural.
Si tu piel es de armonía fría, te quedarán perfectos los Rojos Valentinos o Frambuesas, ambos tonos contienen rosa, un pigmento que está presente en las pieles de armonía fría.
En el caso de las armonías cálidas, le favorecen más los anaranjados o terracotas, al contener amarillo, un pigmento que está muy presente en las pieles de ésta armonía.
Cuando maquillamos los labios en rojo, el resto del maquillaje debe ser bastante discreto y sutil, de lo contrario caeremos en el riesgo de parecer sobrecargadas y producir el efecto contrario al deseado de sexy podemos caer en vulgar.
Y recordad que es muy importante preparar muy bien los labios con una prebase, antes de maquillarlos en rojo, porque este color deja a la luz todos los defectos.
Pero, de verdad que merece la pena, el efecto es espectacular y serás el centro de todas las miradas