Hace unos días he aprovechado mi semana libre para repostar en aquellos lugares que tanta nostalgia me provocan. Para degustar un cocido lebaniego en Potes, una lubina en la Posada de Camasobres, el menú degustación en "La Taba" de San Salvador y alubias con conejo en el restaurante "Pacho" de Cervera, amigos que me siguen por las redes sociales.
En San Salvador me impresionaban gratamente las láminas que adornaban el pasillo del establecimiento, donde se muestra a plumilla una veintena de iglesias románicas del norte de la provincia. Un acierto que se suma a la mano exquisita en la cocina y que se traducirá próximamente en las jornadas gastronómicas que alcanza ya la dieciseisava edición.
Al placer que se mete por el gusto en tantos rincones de nuestra montaña, hay que sumarle el que entra por los ojos al llegar a los sitios, esas ermitas en mitad de la nada, que estimulan los sentidos, alabando el quehacer anónimo de tantos artesanos como las dieron vida.
Siento que a lo largo de los años, tal vez motivado por la maravillosa colegiata de mi pequeño pueblo, el románico ha hecho llaga en mi vida; llaga o nido, de manera que, siempre que surge la ocasión, vuelvo a mis orígenes; cuando alguien trabaja sobre una nueva Enciclopedia, cuando alguien lo menciona en un blog personal, en un artículo para la prensa, me invita a reflexionar sobre el particular, colocándome en la piel de esos viajeros que esperan encontrar por estos lugares algo de las maravillas que otros cuentan que vieron.
En esta ocasión, el comentario obedece a la nueva incursión en el románico de la Fundación Santa María la Real dedicando tres tomos de su Enciclopedia al Románico en el País Vasco, uno de los más desconocidos hasta la fecha y que hace un recorrido exhaustivo por 255 localidades vascas.
Mi amigo, el compositor Luis Guzmán Rubio es de nuevo protagonista a sus 93 años en un Cancionero que hace un intenso recorrido por nuestro folklore.
Pero es otro cantar que les cuento otro día.
Feliz Año
Otras entradas del autor sobre el Románico Norte
Reflexiones Románicas
El hogar del Románico
El románico palentino
- 140 Kilómetros de arte puro.
La riqueza del románico en tierras palentinas, tiene su foco más abundante en el norte de la provincia, concretamente en los alrededores de Aguilar de Campoo y Cervera de Pisuerga. Más de medio centenar de iglesias, monasterios y ermitas, en su mayoría de los siglos XII y XIII, (pertenecientes por tanto, a un periodo ya avanzado del románico), se alzan en el Valle de Ojeda y las abruptas comarcas septentrionales, a lo ancho de un territorio con gran atractivo paisajístico, surcado por las irregulares estribaciones que constituyen el piedemonte meriodional de la Cordillera Cantábrica. Semejante concentración de monumentos, en desigual estado de conservación y de diverso valor artístico, aunque con ejemplos muy relevantes, tiene que ver con la temprana instalación en la zona a partir del siglo IX, de instituciones monásticas y nucleos repoblados. Un recorrido detenido por el norte de
Palencia permite descubrir, prácticamente en cada pueblo, interesantes ejemplos románicos. Veamos algunos ejemplos tomando como putno de partida y llegado la villa de Aguilar de Campoo.
—Monasterio de Santa María la Real.
—Ermita de Santa Cecilia. De bellísima torre.
—Iglesia de San Estéban. Guarda un bien conservado Calvario del románico de transición (sglo XIII).
—Iglesia rupestre. Excavada en la roca. Data del siglo X, aunque sus dos naves, rematadas por capillas absidiales fueron ampliadas en el siglo XII. El retablo es una obra plateresca del siglo XVI.
Iglesia de Olleros de Pisuerga
—Monasterio benedictino. Fundado en el siglo IX, aunque rehecho a finales del siglo XII.La iglesia es un ejemplar románico ojival, de principios del siglo XII y consta de tres naves.
—Templo románico de
Puebla de San Vicente.
—Barrio de San Pedro, cuya iglesia presenta una portada románica del S. XIII.
—Barrio de Santa María, con una iglesia de orígen románico y algunas casonas barrocas.
—Monasterio de San Andrés de Arroyo (en el término de Santibáñez de Ecla), habitado por monjas cistercienses. Su fundación por iniciativa de alfonso VII data de 1181 y desde los tiempos de su primera abadesa, Doña Mencía, ejerció una poderosa influencia sobre la zona. Aquí podemos admirar las pautas del románico cisterciense en su iglesia (concluída en 1222), con una sola nave apoyada sobre pilastras y crucero y el claustro (S XIII), formado por arquerías sobre columnas pareadas con capiteles magnífica y variadamente esculpidos.
Tiene, además, el monasterio, una fuente románica y su Sala Capitular, realizada con bóvedas de crucería, está presidida por un gran Crucifijo del románico tardío y alberga los sepulcros de las primeras abadesas.
Más sobre San Andrés de Arroyo en nuestro blog "Orígenes"
—Iglesia parroquial de
San Pedro de Moarves, con una hermosa espadaña.
—Iglesia de Moarves de Ojeda (Siglo XII) destaca por su fachada, en la que se abre una portada de seis arquivoltas decoradas a base de ajedrezados y apoyadas sobre columnas con capiteles bellamente esculpidos.
—Iglesia de Santa Eufemia de Cozuelos, en el término municipal de Olmos de Ojeda, perteneciente a un antiguo monasterio cisterciense y que, desde antes de la Desamortización, es de propiedad privada.
- Cabecera de Santa Eufemia
—Ermita de San Pelayo, cerca de Perazancas de Ojeda, uno de los templos más antiguos del románico palentino (1076). Constituye así un ejemplar insólito en la comarca, por las claras influencias de estilo lombardo.
—Iglesia Parroquial de la Asunción, en Perazancas.
Desde Perazancas de Ojeda puede alcanzarse con rapidez Cervera de Pisuerga para visitar los interesantes monumentos románicos que se encuentran en sus alrededores.
-Colegiata de San Salvador de Cantamuga
Hacia el norte, camino de Potes, en San Salvador de Cantamuga encontramos la Colegiata del siglo XII, cuyo altar fue construído con piedra natural, labrada por maestros canteros, y está apoyado en siete columnas delanteras y optras tantas adosadas y traseras. Destaca de esta iglesia la magnífica espadaña.
—Iglesia parroquial de Santa María del Castillo, en Cervera de Pisuerga. De estilo gótico tardío, la iglesia fue concluída en 1593. En el interior se encuentra la capilla de Santa Ana (1503) adornada con un magnífico retablo hispano-flamenco.
- En el entorno de Cervera y Aguilar
—Ermita de Santa Cecilia, en Villaespinoso de Aguilar, construcción provista de una torre circular defensiva junto a la portada.
—Iglesia de Quintanilla de Berzosa, pueblo desaparecido.
—Iglesia parroquial de Barrio de San Pedro.
—Iglesia parroquial de Barrio de Santa María y muy cerca la ermita de Santa Eulalia, impulsado por su poderosa ábside semicircular con semicolumnas adosadas.
—Ermita Quintanahernando en Salinas de Pisuerga.
—Iglesia de San Martín, en Matalbaniega.
A partir de Aguilar, por la carretera nacional 611 puede accederse a varios pueblecitos de la comarca de La Lora, que también poseen huellas románicas. Cabria, Canduela o ese islote palentino en tierras cántabras que es Cezura.
Los expertos aconsejan, no obstante, la salida por Grijera, Nestar y Villavega de Aguilar.
—Iglesia de Santa María la Mayor, en Cillamayor, posee un ábside con columnas adosadas y canecillos esculpidos.
A la altura de Salinas de Pisuerga, una carretera nos conduce al interior del valle, lleno de pueblecitos con ejemplos de románico rural: Santa María de Nava, Verbios, Bustios de Santullán, Monasterio y Villanueva de la Torre.
—Iglesia de San Cipriano, en Revilla de Santullán, que cuenta con una deliciosa representación de la Última Cena.
—Iglesia parroquial de Barruelo de Santullán, moderna construcción de aire neorrománico que mantiene la cabecera del primitivo templo dinamitado durante los sucesos de 1934.
—Iglesia Parroquial de Santa Eulalia, en Brañosera, que conserva una portada del siglo XII.
—Iglesia y puente romano de Salcedillo.
—Iglesia de San Cornelio y SanCipriano en San Cebrián de Mudá, templo románico ya bastante tardío.
—Iglesia de Rueda de Pisuerga, templo del siglo XVI donde no faltan en él restos románicos.