La mascarilla facial es realmente útil en cualquier rutina de belleza. Las puede encontrar para todo tipo de necesidades: nutrir, hidratar, calmar, reafirmar, aportar luminosidad, unificar el tono, cerrar los poros, purificar la piel...
Aunque nos limpiemos la piel, la tonifiquemos, nos apliquemos a diario un sérum y crema hidratante y/o de tratamiento, el efecto de la mascarilla va más allá. Es un extra, por así decirlo, que completa y complementa nuestra rutina facial.
Además, su aplicación es un gesto agradable, asociado al cuidado personal y a la relajación. Una forma más de mimarse y potenciar nuestra belleza.
Pero para obtener todos sus beneficios, es necesario cumplir un protocolo para aplicar la mascarilla facial. A continuación comparto contigo cuáles son los pasos que debes seguir.
Limpieza, limpieza y limpieza
✽ El primer paso para aplicar una mascarilla facial es desmaquillar y limpiar la piel a fondo. Nunca apliques este tipo de productos (ni ningún otro) sobre la piel sucia. Sus principios activos no surtirán su efecto, puesto que la suciedad, la grasa y los restos de otros productos impedirán que penetren en la piel. Incluso puede que lo que tengas ya sobre el rostro interfiera con los ingredientes de la mascarilla y aparezcan irritaciones, granitos, escozor, etc.
Exfoliación
✽ Siempre te recomiendo que exfolies tu piel periódicamente. Cada 1 o 2 semanas, dependiendo de tu tipo de piel y del exfoliante que utilices. Los motivos son obvios: eliminar la capa de células muertas deja la piel más bonita y luminosa, y permite que los principios activos de los cosméticos penetren mejor.
Tónico
✽ Si normalmente utilizas tónico, aplícatelo también antes de tu mascarilla. De esa forma podrás equilibrar el pH de tu piel antes del tratamiento posterior.
Sérum
✽ Si habitualmente utilizas un sérum de tratamiento, póntelo antes de la mascarilla. Así potenciarás el efecto de ambos productos.
La aplicación
✽ Sigue las recomendaciones de aplicación del laboratorio en cuanto al modo de hacerlo, a la cantidad y al tiempo de exposición.
✽ Si vas a usar mascarillas reafirmantes, calmantes o descongestionantes, puedes ponerlas en la nevera unos minutos antes para que estén frescas y se potencien sus efectos.
✽ Normalmente tendrás que evitar el contorno de los ojos, la zona alrededor de la boca y las cejas, aunque habrá algunas que son específicas para esas zonas o que se pueden aplicar en ellas por el tipo de formulación. En cualquier caso, lee las instrucciones o consulta con tu facialista o con tu asesora de belleza antes de arriesgarte.
✽ Procura que la aplicación sea uniforme, para que toda la piel se beneficie por igual de la mascarilla.
✽ Aunque en el centro de estética puede que te apliquen la mascarilla con brocha, en casa lo ideal es ayudarse con los dedos (con las manos escrupulosamente limpias, por supuesto).
✽ En el caso de la mascarilla en hoja, abre antes el envoltorio y déjalo preparado para sacarla cuando estés lista para ponerla sobre tu piel. Asegúrate de que se adhiere de forma uniforme y que está bien ajustada.
✽ Las mascarillas nocturnas se aplican como cualquier otra crema y se dejan actuar durante el sueño.
El tiempo
✽ Cada mascarilla tiene un tiempo de exposición concreto y que es conveniente respetar. En algunos casos son unos pocos minutos, en otros pueden llegar a 20-30. En otras ocasiones es necesario que alcancen una textura determinada (que se sequen, por ejemplo) o que se absorban en su mayor parte. Normalmente las mascarillas faciales caseras necesitan más tiempo para hacer efecto, precisamente porque sus ingredientes son más naturales, pero menos eficientes, y su capacidad de penetración en la piel también es menor.
✽ No pienses que por tener más tiempo puesto el producto va a ser más eficaz, porque puede ocurrir justamente lo contrario, igual que con las mascarillas capilares. Excederse con la exposición puede terminar resecando tu piel, engrasándola u obstruyendo los poros.
La eliminación
✽ Sigue también las instrucciones del laboratorio a la hora de retirar la mascarilla. Algunas de ellas hay que retirarlas con agua tibia (fría no te permitirá eliminar el producto y caliente te resecará la piel). En ese caso puedes hacerlo lavándote el rostro directamente, aunque lo más recomendable es utilizar una esponja suave o un tisú para facilitarte la tarea.
✽ Procura retirar cualquier resto de producto, revisando las zonas más difíciles como las que rodean la nariz, las cejas, la barbilla, el cuello o la zona de las orejas. Hay ciertas formulaciones que son muy untuosas o pegajosas y que son complicadas de eliminar.
✽ Y no te olvides de secar bien el rostro con un tisú o un pañuelo de papel. Hazlo suavemente, sin arrastrar ni frotar.
✽ Otras mascarillas requieren que las masajees hasta que absorban completamente, sin necesidad de aclarado.
✽ Y otras, las de tipo peel-off, se deben retirar con mucho cuidado. Comienza desde un extremo y ve levantándola poco a poco y muy suavemente para no dañar tu piel. Cerciórate de que no ha quedado ningún resto en las zonas con pliegues, alrededor de la nariz y de la orejas. Estas mascarillas no necesitan aclarado.
Tónico de nuevo
✽ Aplica de nuevo el tónico para cerrar los poros.
Hidrata o nutre
✽ Si te aplicas la mascarilla por la mañana, termina el proceso con crema hidratante para dejarla humectada y jugosa.
✽ En caso de que lo hagas por la noche, finaliza con la aplicación de crema nutritiva o de tratamiento. Mi consejo es que uses las mascarillas al final del día, aunque hay algunas que son mejores durante el día como las hidratantes, las que tienen efecto flash, etc.
Y ahora... ¡disfruta de tu mascarilla!
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La primera vez que apareció el post Pasos para Aplicarte Tu Mascarilla Facial fue en el blog de La Meiga y Su Caldero.
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