Aunque en estos momentos estoy felizmente casada puedo recordar perfectamente el año y medio de desesperación que viví tras la ruptura de una relación que había durado muchísimo tiempo (9 años)… El sano dolor me llevó al sufrimiento y el sufrimiento a la destrucción de mi autoconcepto: necesitaba que alguien me diera una solución. Y la supuesta solución la encontré en un libro digital que se llamaba “Recupera a tu pareja en un mes”. En aquel momento pensé que era la panacea, todo cuanto necesitaba pero… ¿Realmente era así? La verdad es que no y ahora, con más experiencia personal y profesional a la espalda, puedo decir que nunca recomendaría a nadie intentar recuperar a su pareja cuando el precio que hay que pagar por mantener esa relación es demasiado elevado o cuando la realidad ha cambiado y ya no queda posibilidad alguna de mantener lo que un día fue.
Por eso, si estás pasando por cualquiera de las fases que supone una ruptura sentimental, me gustaría compartir contigo todo lo que he aprendido.
Como ya te expliqué en otra ocasión, una ruptura es uno de los cambios vitales que provoca que vivamos un duelo: digerir lo sucedido, enfrentarlo, aceptarlo y decidir seguir hacia adelante requiere de cierto tiempo. No obstante, si ese tiempo supera el año de duración quizás deberíamos plantearnos buscar ayuda pues corremos el riesgo de caer en las garras de serias depresiones o de adicciones (alcohol, drogas, trastornos alimenticios…).
Aunque te encuentres desesperado/a y sigas pensando que volver a intentarlo compensaría más que sufrir el vacío del duelo que vives… Sería conveniente que te respondieras muy honestamente a ciertas preguntas: Del 1 al 10, ¿qué grado de amor sentías hacia tu pareja y qué grado de dependencia? ¿Eras realmente feliz o las alegrías se intercalaban con las penas, los disgustos y las decepciones continuas? ¿Era justo para ti el precio que pagabas por mantener esa relación como para seguir esperando la mínima posibilidad de que él/ella regrese a ti? ¿Tienes miedo a la soledad? ¿Qué quieres hacer a partir de ahora?
Después de haber obtenido respuestas que quizás no te han gustado quiero decirte que… ¡No todo está perdido! A continuación te dejo 7 pasos que te permitirán superar la ruptura antes de lo que puedas imaginar:
- Respétate y date permiso para vivir y sentir tu duelo a tu ritmo, en el tiempo necesario. Los sentimientos y las cargas emocionales no se erigen de un día para el otro y aceptar la situación para seguir avanzando hacia adelante requiere que vivas otras etapas emocionales y de aprendizaje.
- Olvídate de la técnica de “un clavo saca a otro clavo” pues no solo no funciona si no que seguirás sufriendo y harás sufrir a otra persona que, cuanto menos, merece transparencia. Es normal que puedas sentirte vulnerable y te dejes llevar pero… ¿No es cierto que tu corazón y tu pensamiento siguen estando centrados en tu ex-pareja? Iniciar una nueva relación sin haber logrado la recuperación puede hacernos creer que será un buen remedio para sanar nuestra herida o para recuperar a nuestra ex-pareja haciendo uso de malas artes como los celos o la venganza… No te engañes: la herida no estará sanando, estará creando una infección mayor aunque tapada por la venda que le has querido poner encima para no atenderla.
- ¿Qué aprendizaje extraes de la situación que estás viviendo y del dolor que estás sintiendo? Aunque te sientas morir por dentro quiero que sepas que las emociones no son ni buenas ni malas, únicamente nos brindan información sobre nuestro estado para que podamos corregir la ruta de navegación y reencontrar la paz y el equilibrio. Si sientes dolor, escúchalo. Si el dolor se ha convertido en sufrimiento: atiéndelo.
- Recuerda que no estás solo/a: hay más gente de la que crees a tu alrededor y sabes que te quieren y no soportan verte sufrir. Algunos tendrán mayor sensibilidad o empatía, quizás otros tengan menos desarrollada la capacidad de expresar sus emociones o el deseo de ayudarte… Sea como fuere, estarán a tu lado y puedes pedirles ayuda, en confianza.
- Toma distancia para ver la situación actual desde la perspectiva de un observador externo (sobretodo si te esfuerzas hasta la saciedad por conseguir parar que tu ex esté presente en todo lo que haces, piensas, dices o sientes). Sé que lo intentas pero que sigues sumido/a en esa vorágine incesante donde todo te conduce a él/ella… ¡No te castigues por ello, simplemente deja que esos pensamientos pasen por tu cabeza sin tomarlos ni analizarlos! Quizás puedas permitirte el lujo de desconectar durante unos días, hacer una escapada para hacer aquello que más te gusta y lograr sosegarte (¡no hablo de fugarte para siempre, cambiar de residencia cambiará tu horizonte pero no tu dolor!). Saliéndote de tu posición y viendo las cosas desde otra perspectiva podrás tomar las decisiones oportunas con calma, cerrando el círculo de algo que ya se acabó.
- Una ruptura no es sinónimo de fracaso: ¡unas veces se gana, otras se aprende! Por experiencia propia y por lo vivido a nivel personal… Puedo decirte que hubiera preferido dolerme a tiempo que sufrir y ver sufrir durante años. Afortunadamente, ese tiempo y ese dolor me ayudaron a aprender muchísimo. Eres mucho más que las relaciones que puedas tener y para recuperarte y para tener otras relaciones sanas es necesario que tengas en mente tu valía (¡que no es poca, pongo la mano en el fuego por ella!).
- Ha llegado el momento de que te reencuentres contigo mismo/a: has estado mucho tiempo formando tándem en una relación, haciendo planes futuros en común y sin pararte a pensar solo en ti. Ahora tus planes ya no se sostienen y te miras al espejo y siquiera te reconoces… ¡Mereces dedicarte un tiempo, centrarte en ti! Redescubrir quién eres realmente a nivel individual (no como novio o pareja de fulanito/a) te permitirá valorar opciones y fijar otro rumbo, cargango con las maletas donde llevas todo tu valor, tus fortalezas, tus talentos… ¿Qué quieres hacer? ¿Quién quieres ser? Lánzate a ello con confianza y pasión.
Ese fue el camino que recorrí y es muy parecido al que he visto recorrer a otras personas a las que acompaño en procesos de Coaching, Y lo más importante es que… ¡Se sale de ello! ¿Sabes qué? Yo decidí mirarme de frente, a los ojos, y terminar con lo que ya era insufrible; y fue doloroso, desesperante diría yo… Y en ese camino de avance con pasión y entrega hacia lo que quería ser, sin cargar con el pasado y sin buscar una nueva relación… encontré el Amor (sí, con mayúsculas), algo tan intenso e incondicional que no podría ver ni valorar si no fuera por todo lo que aprendí sufriendo. Ese Amor es mi marido hoy.
Deja de buscar, encuéntrate a ti mismo/a y todo lo demás llegará.
Si uno encara el dolor de la separación permitiendo que penetre en el corazón, en el cuerpo y en el alma, con toda su amargura e intensidad, este dolor por regla general es breve, aunque en un principio parezca interminable. Sin embargo, una vez que la persona lo ha pasado, la separación está superada.
(Bert Hellinger)