Revista Opinión

Passing by (Capitulo II)

Publicado el 05 septiembre 2019 por Carlosgu82

Creo que es mi deber poder dar cierta pauta al creador de este relato y nada mejor que hacerlo desde un inicio. en el año 2010 trabajaba como cajero en un supermercado en un barrio privilegiado. En medio de la fila un cliente compraba una cajetilla de cigarrillos y una caja de chicles. Tenía en su mano el libro «100 años de soledad» de Gabriel García Marquez.
-Es un muy buen libro, -le dije-
-Gracias, espero terminar de leerlo pronto
-De verdad que si, el relato es muy mágico y el final es algo especial
-Fue el último regalo que me dio mi novia, antes de irse para Buenos Aires
-¿y por qué el último?
-por que la distancia y mi enfermedad nos separó.

continuemos con el relato…

 
Capitulo 2
El 8 de Marzo apareció esto en mi muro de una nena llamada Cristina que nunca había conocido:

“Hola, como vas”

Para esa época, era nuevo todo esto para mi, era como analizando lo que está pasando y nunca le puse como todos ahora un “me gusta” o responderle con un comentario, simplemente dejé pasar eso. Me sentía como en esos momentos cuando una nena desde lejos pareciese que te está llamando, pero en verdad está llamando al man de atrás y la verdad por eso no respondí “¿será que se equivocó de personaje?” … dejemos así, además soy un bobo tímido que trato de quitarme ese karma.

Los días pasaron, y Cristina aparecía de vez en cuando colocando “me gusta” a lo que publicaba… “De verdad es una verdadera melómana”, -dije- y es demasiado hermosa, de verdad envidio a ese novio, aunque yo por esas épocas estaba cuadrado con Carolina e íbamos para dos meses en nuestra relación basado en cachos que le ponía a su esposo y sexo desbordante en cualquier parte de la casa (como en otros lugares).

En esos días, en los que me encontraba publicando, las cosas que escribía para describir la canción me gustaban mucho, tenían mucho significado de lo que quería describir al escuchar la canción o la curiosidad sobre el detrás de sus letras, si me permiten les muestro algo que escribía  y publicaba en esas épocas:

Miércoles de relajación:

Si hablamos de relajarse, se podría decir que el vientre de nuestras madres fue el mejor lugar de este mundo para la calma y la tranquilidad. Esos nueve meses de tranquilidad deben ser una perpetua calma para sobrevivir el tiempo que se viene encima. Para algunos son unos minutos, para otros son décadas las cuales dentro del útero existe ese “miedo en nuestro respiro”. 

“Teardrop” es un tema de Massive Attack, también integrante de aquel circulo musical de Bristol donde nació el trip hop. En uno de nuestros enlaces escuchamos a “Portishead”, ahora escuchen y detallen este singular video.

De antemano, muchas gracias a Cristina por colaborarme en la elección del video.

Massive Attack – Teardrop

22 de abril de 2009 a las 0:55

A Cristina y a ti os gusta esto.

Comentarios:

Cristina, Teardrop on the fire Fearless on my breath……. espectacular!

Pero hubo un comentario especial el cual nunca me olvidaré. El miércoles de meditación anterior a este publiqué un tema de Portishead:

Portishead, una de las bandas del famoso sonido de Bristol (o también conocido como trip hop,) fue una de esas bandas que fueron apareciendo en mi vida como una una ráfaga de frescura a lo que me encontraba escuchando en su momento.

A continuación, Portishead en vivo desde New York con una de sus más grandes canciones: Mysterons. Aprecien la frágil voz de Beth Gibbons y el humo del cigarrillo danzando junto con la canción

Mysterons – Portishead (Roseland NY)

31 de marzo del 2009 a las 23:40

Me gusta

Cristina: Portishead… ha sido desde el primer día que la escuche… una banda que antepongo a cualquier otra, si la prioridad está en la mano derecha, Portishead está en el dedo índice* La amo… a eso digo también que la canción Roads es igualmente muy buena.

Si tuviera la manera de retroceder el tiempo, llegaría a ser más directo con ella.

Pero Parceros, ahora que escribo estas líneas me estoy preguntando, ¿no sé si mi frialdad era por mi estupidez o porque era realista saber que ella vivía muy lejos o simplemente porque ya tenía una mujer atravesándome el corazón y me ofrecía sexo de infinita calidad?… la verdad no lo sé.  De todas formas, este face tenía la aplicación del chat, que nunca la usaba, yo estaba metido solamente en el cuento del Messenger, y no creía en la calidad de la comunicación por esta red social.

Amigos y amigas, como se pueden imaginar, nuestra comunicación, sin tantos lapsos de tiempos vacíos en días, sino más bien en horas, un día ella publicó en mi muro:

Cristina: Me gustan estas tertulias musicales, genial

19 de Abril del 2009 15:48.

Comentarios:

David Alberto: Gracias, de verdad aprecio mucho lo que dices, ¿para qué me sirve conocer sin compartir?… y sobre todo compartir con personas como tú que aprecian el esfuercito… Gracias.

Cristina además de ser hermosa, era una persona que a diferencia de mi, tuvo su familia completa y demás que ha tenidos problemas, pero no tantos como los que he tenido. Estudiaba Arquitectura, vive en Barranquilla y el amor a la música es muy grande.

En las noches mientras me acostaba a dormir, pensaba lo bacano que fuera tener una novia así, pero acá en Manizales no se consigue eso, o demás que sí, pero buscando arduamente, pero así como estaba plasmada en fotos y con esa manera de ser, muy difícil conseguir. Y volvía con Carolina para tener sexo duro y salvaje esa noche.

La situación con Carolina se complicaba, muchas personas se estaban dando cuenta de este “amor prohibido” y ya me estaba llegando a la cabeza el día en que se entere el marido. Las cosas no serian las mejores si el man se enterara de que tuve sexo con a su mujer hasta en la cama donde duermen.

En medio de chatear con amigos, amigas y la desconocida más conocida de Cristina pasaron los días en el computador, junto al sexo con Carolina, el miedo a que todo se sepa y al trabajo en el colegio, que por cierto, Carolina trabajaba allá. Era profesora.

Las cosas con Cristina la envolvía un ambiente de mucha química y de muchas “coincidencias”, que ocurrían en medio de los dos.

Siguiendo con el relato, me dirijo al mes de Mayo del 2009, cuando un día, cansado de lo que pueda pasar si sigo con Carolina… decidí levantarme e ir donde ella, con el pretexto de comprarle una manilla que tanto le gustaba, y que estaba en el centro comercial del cable… además días atrás era su cumpleaños, y fue la coartada perfecta para poder convertirme en un desgraciado para ella hasta el día de hoy.

Llegamos al centro comercial, y la vendedora nos dice que no hay por el momento, así que le invite a tomar una gaseosa.  En medio de la charla, le dije la temida frase: “tenemos que hablar”… y así fue, le dije que esta relación no iba para ningún lado así como estamos. Ella simplemente se sorprendió y se fue. Demás que su llanto fue inevitable, igual que el mío.


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