Pasta integral hecha en casa

Uno de mis platos favoritos en la vida es la pasta, en cualquiera de sus versiones. Desde hace días tenía ganas de hacer mi propia pasta, pero esta vez quería probar una versión diferente, así que quise experimentar intentando hacer pasta integral.

A mi en lo particular me divierte hacer este tipo de cosas, ya que siento que la comida que se prepara así desde el principio, o mejor dicho de manera artesanal es mas sabrosa, no sólo porque es hecha con nuestras propias manos, sino también porque sabes que es un producto sin químicos o conservantes.

Les cuento, para hacer la pasta integral dispuse de los siguientes ingredientes:

600 gr de harina integral (izquierda)
3 cucharadas de sémola de trigo (derecha, de esa bolsita tomé las 3 cucharadas)
3 huevos
1 cucharadita de sal
unas hojitas de espinaca (para darle color a la pasta, aunque al final predominó el color integral)
Un chorrito de agua (olvidé colocarla en la foto pero aunque no está ahí es necesario)

En un bowl coloqué la harina integral y la sémola, aparte en la licuadora agregué los huevos junto con las hojitas de espinaca y la sal, luego de licuar lo incorporé al bowl junto con los ingredientes secos. Agregué un chorrito de agua y amasé hasta integrar todos los ingredientes.

En este punto se debe tener cuidado con la cantidad de agua a utilizar, hay que recordar que es sólo un chorrito, lo suficiente como para que los ingredientes se puedan amalgamar o integrar. La bolita de masa debe quedar firme pero no tan suave.

Luego la dejé reposar unos minutos en el bowl cubierta con un paño para evitar que perdiera humedad mientras instalaba la máquina de pasta.

Separé la bolita de masa en varios trocitos enharinados que pudieran deslizarse con cierta facilidad por la máquina. Para esto se debe pasar la masa por la máquina poco a poco, desde el número mas grueso al mas delgado hasta obtener el espesor deseado. Yo por ejemplo la pasé hasta que el dial de la maquinita marcó el número 6.

Por supuesto que la máquina hace el trabajo mas fácil, pero en caso de no contar con ella se puede extender la masa con un rodillo, sólo se debe procurar que la misma quede delgada y uniforme. Ayúdense espolvoreando harina sobre la masa para que se mantenga firme y lisa.

Luego de esto, se pasa la masa extendida por la cortadora de pasta que es un accesorio de la maquinita. También se puede cortar con un cuchillo.

Aquí me di cuenta que la pasta quedó dispareja, es decir de diferentes tamaños pero para evitar esto se debe cortar la masa extendida en rectángulos iguales para que al pasarla por la cortadora la pasta quede del mismo tamaño.

Una vez cortada la pasta se pone a secar a temperatura ambiente, yo la colgué en palitos de ganchos de ropa, pero también se puede colocar en forma de rosquitas en una bandeja.