Por fin he encontrado estos pastilleros monisimos para bodas (para mi gusto claro) con el fin de ofrecer el perfume sólido. Así que me he llevado una gran alegría de tener resuelto este tema.
La idea del perfume solido no la veía yo muy clara, pero estoy usando el que os mostré en otra entrada y la verdad es que me encanta. No se puede comparar con los perfumes o aguas de perfume que usamos habitualmente ya que estas tienen alcohol y da la impresión de que queda mas tiempo impregnada la piel e incluso la ropa con ese olor. Esto no pasa con el perfume solido, es simplemente pasar el dedo por el perfume y frotar detrás de la oreja por ejemplo, ahí queda tiempo oliendo pues la nariz de mi marido me ha servido de muetra con la disculpa de que oliese, aprovechando iba un beso; pero bueno me voy por otros caminos que no vienen a cuento. No es para que el olor se queda impregnado en la ropa ni en todo el cuerpo. El uso de este perfume es para salir del paso: te lo llevas en el bolso, de vez de cuando lo abres y frotas en las muñecas en el cuello, etc.; a veces es solo abrir y dejarse envolver por el aroma.
La verdad este año estoy teniendo mucha suerte pues he hecho ya algunas bodas y tengo contratadas otras para los meses que vienen, por eso os pido disculpas si no os visito con frecuencia para ver que se cuece por ahí pero no me queda mucho tiempo. Esta semana tengo que entregar otra, y aunque ya tengo que preparar la siguiente, espero tener unos momentos para ir poniéndome poco a poco al día.