El pastor se llama Juli, y vive de la venta de carne de sus ovejas, y claro, de su otra profesión, porque es veterinario, no podía ser todo tan idílico.Juli es una persona encantadora que nos introduce en el mundo del cuidado del rebaño, de su manejo y traslado a través de las veredas, de su alimentación, de sus enfermedades, todo ello mediante un paseo junto al propio rebaño de ovejas.
Mayores y pequeños estamos encantados con esta experiencia.
Y el hecho de que una de las ovejas se dejara tocar causó sensación entre los pequeños.
El paseo discurre entre veredas delimitadas por muros construidos en piedra seca, que nos llevan a distintos campos también delimitados por muretes de piedra donde pasturan los rebaños.
Por el camino encontramos fósiles entre dichos muretes.
Y también encontramos pequeñas construcciones donde se protegían los pastores antaño del frio y de la nieve.
El paseo con el rebaño es posible gracias a los protagonistas de esta actividad, que son los “gossos de rabera”, es decir, los perros adiestrados que controlan y dirigen al rebaño, y que sin su trabajo sería imposible manejar a las ovejas.Así que el paseo terminó con una exhibición de los perros realizando su labor de trasladar el rebaño y de meterlo en un cercado, y como no del impresionante trabajo de adiestramiento de Juli, el que con sus órdenes indicaba a sus perros Xispa y Pancho como actuar para triunfar en el manejo del rebaño. 

Sus perros participan y son ganadores en los Concursos de Gossos de Rabera que se celebran todos los años en Ares del Maestre, y en otros concursos de Cataluña.La verdad es que esta actividad es todo un espectáculo y una experiencia inolvidable, y que recomendamos encarecidamente.
