Pensábamos que Pat Metheny había reducido por fin su ritmo de publicaciones en los últimos años y por ello nos tomamos con calma la reseña de su “From This Place”. Con lo que no contábamos es con que el bueno de Pat invirtiera esa tendencia justo ahora de modo que a la hora de escribir esto, hace ya unas semanas que estamos disfrutando de su siguiente disco que seguramente no tardará en aparecer por aquí.
Lo cierto es que todo ese tiempo en el que Metheny no se preocupó de grabar lo pasó dando conciertos en distintos formatos y también componiendo junto con su banda de apoyo, banda que, salvo por la presencia de Antonio Sánchez a la batería, era una formación renovada que incluía al pianista galés Gwilym Simcock (piano) y a la bajista australiana Linda May Han Oh, ambos aún treintañeros y que son también los encargados de acompañar al guitarrista en la grabación de “From This Place”. En el disco escuchamos una selección de las más de cien nuevas piezas que Metheny compuso durante los anteriores años de giras y conciertos. Aparte del cuarteto, aparecen en la grabación aportando un sonido espectacular los miembros de la Hollywood Studio Symphony dirigida por Joel McNeely además de Meshel Ndegeocello (voz), Gregoire Maret (armónica) y Luis Conte (percusión).
“America Undefined” - El primer corte del disco es una larga suite de casi un cuarto de hora de duración que comienza con suavidad, casi como si fuera un calentamiento, pero que enseguida abre las hostilidades con un piano rítmico poderoso secundado por el resto del cuarteto en el que sobresale el bajo y una percusión delicadísima. La orquesta tiene su hueco pero en un plano muy discreto, nada intrusivo. Un nuevo acelerón con sabor brasileño liderado por el piano nos recuerda al Metheny de principios de los noventa. Nuevo parón tras el que aparece, ahora sí, la guitarra de Pat en su registro más clásico recordando sus mejores tiempos. Superada la mitad de la pieza entramos en un tramo precioso, con la orquesta manteniendo la tensión y el piano y la percusión creando una atmósfera maravillosa. De nuevo en la línea de los mejores momentos de discos como “Secret Story” y culminando en un “in crescendo” magnífico y muy cinematográfico.
“Wide and Far” - El siguiente corte tiene el inconfundible sello de su autor desde el primer momento, con ese fraseado limpio de la guitarra de Metheny, una percusión llena de matices y las cuerdas, sinuosas, abrazándolo todo. Soberbio una vez más el piano de Simcock, a la altura del Lyle Mays de antaño, subrayando, muchas veces al unísono, cada nota de la guitarra. El espíritu del Pat Metheny Group está presente como hacía mucho tiempo que no lo hacía.
“You Are” - Cambio total de tono con la siguiente pieza que empieza de modo muy pausado con el piano repitiendo una suave cadencia a la que se van sumando poco a poco el resto de instrumentos con la orquesta como elemento de cohesión. Conforme avanza el tema va ganando presencia la percusión y escuchamos la primera intervención importante de Ndegeocello cantando. Otro tema al más alto nivel.
“Same River” - Ahora es el contrabajo el encargado de abrir un corte en el que no tarda en aparecer la guitarra “Pikasso” de Metheny, otro de esos timbres inconfundibles en su repertorio, acompañado más tarde por el de la guitarra sintetizada, también marca de la casa. Tremendo tema en todos los sentidos y una delicia para los seguidores del artista de Missouri.
“Pathmaker” - Cambiamos ahora al “jazz” con toques latinos tan habitual en el repertorio de Metheny que deja enseguida el protagonismo inicial al piano de Simcock, que supera con nota este debut en el universo de las grabaciones de estudio de Pat.
“The Past in Us” - El corte más orquestal del trabajo comienza como un dúo entre el piano y las cuerdas, reposado, lírico y lleno de delicadeza. Aparecen más tarde la guitarra de Metheny, las escobillas de Antonio Sánchez y, sobre todo, la armónica de Gregoire Maret en un solo melancólico y lleno de inspiración.
“Everything Explained” - Recupera músculo la banda en el comienzo del siguiente corte con una exhibición coral por parte de todos los miembros del cuarteto, siempre con el omnipresente apoyo de la percusión de Luis Conte, elemento imprescindible en todo el disco. Metheny vuelve a rayar a gran altura en sus solos dejándonos con ganas de que la pieza no termine nunca.
“From This Place” - La única canción con letra del disco es una balada de las que no suelen abundar en la discografía de Metheny. No está entre nuestros cortes favoritos del disco y nos encajaría mejor en trabajos de artistas como Paul Winter pero tampoco sobra. Un tema agradable sin más.
“Sixty-Six” - En un disco como este, tan cercano en espíritu a otros trabajos inolvidables del músico, no podía faltar ese ritmo infeccioso del que surgían las notas del inmortal “Last Train Home”. Sobre esas escobillas traqueteando sobre la batería escuchamos esta vez una melodía mucho más sutil a cargo, principalmente, del contrabajo. Exquisito como casi todo lo que suena en el disco y que luego desemboca en una pieza típica de Metheny aunque alejada del espíritu del citado “Last Train Home” que queda en una simple referencia.
“Love May Take a While” - En el CD, este corte aparece como “bonus track” por lo que entendemos que, de algún modo, se sale del concepto general del trabajo. Lo cierto es que el comienzo a cargo de la orquesta en solitario, parece sugerirlo. Luego aparece la guitarra y la batería y ambas dibujan un retrato que bien podía adornar cualquier película del Hollywood clásico acompañando al lento danzar de los dos protagonistas en el centro del salón de baile. Excelente cierre lleno de romanticismo para uno de los mejores trabajos de Metheny en mucho tiempo.
A lo largo de la entrada hemos hecho varias referencias a “Secret Story”, disco importantísimo y muy controvertido en la carrera de Pat Metheny. En su día supuso un salto de popularidad del músico que pasaba de ser una estrella del “jazz” a ser un artista global, conocido por seguidores de todo tipo de géneros musicales. También fue para buena parte de sus antiguos “fans” la traición definitiva al Metheny del sello ECM con una producción exuberante, muy alejada del estilo típico del sello de Manfred Eicher. Nosotros estamos en el grupo que disfrutó enormemente de “Secret Story” y que no lamentó al cambio de dirección del músico que nos permitió escucharle en nuevos registros a la par que seguir gozando con sus discos anteriores. Sin llegar a los niveles de sofisticación de aquel trabajo, creemos que “From This Place” se aproxima a su espíritu y nos devuelve a un Metheny, quizá no en estado de gracia pero sí en un nivel muy alto lo cual es una excelente noticia.