Harto de tanto paternalismo malsano
Paternalismo y más paternalismo
todo es por tu bien y por eso conducirán por tí
Hay días en los que sinceramente me repatea tanto paternalismo y más paternalismo, tanto “no podemos conducir por tí“, tanto de eso de “velocidad controlada por radar por su seguridad”… Si lo analizamos, es solo una medida más para aborregar al personal, para no dejarnos pensar, o para distraernos de otras cosas que no conviene ni que nos planteemos para no ocasionar problemas a quienes parecen dirigir y manipular nuestras vidas.
Hablando de paternalismo… el otro día, me acercaba a una rotonda de Xátiva, donde ni siquiera hay que hacer stop (como casi todas) y basta con un ceda el paso. Cuando llego, miro como siempre antes a la izquierda que a la derecha porque uno no espera encontrarse a nadie en la derecha, y cuando (sin detener mi vehículo), continúo, me veo a un Guardia Civil dándome el alto en medio del carril. Lo primero que pensé (después del susto que me dio) es que ya me había cazado un radar, porque hay tantos que acabará siendo normal por mucho cuidado que se ponga.
Este señor me hizo parar en un pequeño ramal de la rotonda; antes de seguir debo decir que su comportamiento fue intachable, educado, e incluso razonable, pero no dejó de molestarme el hecho de que me dijera que, antes de entrar a la rotonda debía reducir más la velocidad, que no bastaba con que me asegurara de que no viniera nadie y que, aunque no tenía que hacer stop, sí tenía que hacer la maniobra de acercamiento con mayor cautela; que tal y como lo había hecho yo, era sancionable. O sea que no había ningún radar, o en caso de haberlo no me hizo la foto; se trataba de una simple apreciación personal de este señor y, de hecho, podría haberme sancionado de haberle apetecido. Para ello hubiera bastado que escribiera lo que me dijo a mí, que me había acercado sin la suficiente cautela a la rotonda. Tengo claro que se trata de una especie de “campaña de concienciación”, de que este señor estaba siguiendo instrucciones de alguien de más arriba y que, seguramente, no tendría por qué compartir criterio, pero su paternalismo me molestó, era una rotonda con perfecta visibilidad, sin obligación de hacer stop, en caso de que hubiera venido alguien me daba tiempo de sobra para detenerme… y todo ello sin ningún peligro para nadie… Pero nada de eso basta ya, ahora hay que acercarse con más sigilo… y también habrá que mirar antes a la derecha para asegurarse de no tropezar con otro Guardia Civil, lo cual hará que uno preste menos atención a los vehículos que vengan por la izquierda, porque recordemos que también hay que leer todas las señales que hay antes de acercarse a la rotonda como si fuera un campo minado, hay que mirar la señal y luego el velocímetro, asegurarse de que no sobrepasas la velocidad que de repente igual te la ponen a 40, o incluso a 20, y todo eso mientras conduces y te acercas a la rotonda y miras por el retrovisor por si el de atrás es menos cauto que tú…
Bueno, en realidad me he enrollado mucho con lo del paternalismo porque todo esto venía por un post que vi el otro día en Facebook sobre las distracciones del conductor que había que evitar:
- Una conversación intensa con el móvil – 41%
- Un altercado con otro conductor – 37%
- Tareas mentales complejas – 33%
- Conversación intensa con el acompañante – 26%
- Exceso de confianza – 19%
- Conducir fumando – 15%
- Ligera fatiga – 10%
Lo primero que me pregunto cuando veo cifras de este tipo es ¿quién las calcula? ¿Cómo demonios se calculan? En el fondo no es más que otro síntoma de ese paternalismo agobiante del que hablaba al principio. Si uno habla por teléfono (manos libres) mientras piensa, sin haber dormido ocho horas y, además, es un buen conductor y lo hace con confianza, el resultado es que está muerto de necesidad. Mejor quedarse en casa que, al fin y al cabo igual es lo que quiere esta gente que hagamos. Vaya, que no quieren que pensemos ni siquiera conduciendo.
De todos los comentarios que se hicieron en el post hubo uno que me pareció destacable y que pego a continuación:
¿Y la distracción de estar mirando el velocímetro constantemente, de vigilar que no embistan por detrás cuando se va en moto, de estar mirando a todos lados menos prestar la concentración debida a la conducción por la avalancha descarada de radares y controles con afán recaudatorio? ¿De la visión al cielo-hasta ahora inédita- por si vuela el Pegasus esperando cualquier despiste momentáneo en un viaje de largo recorrido a 40 grados en verano con mono de cuero y casco y congelación en invierno…? ¿Sobre esa distracción criminal legalizada contra el ciudadano no hay solución? ¿Sobre la mención de toda la parentela de los absurdos responsables de la seguridad vial mientras se conduce provocando distracción anímica… hay solución? Acerca de la repugnancia que me produce esa persecución propia de latrocinio estatal, respecto a que no hayan limpiado la curva con reguero de piedras, cristales y arena en la que mi moto quedó empotrada contra un guadarraíl y yo tuve lesiones hace tres años… ¿Sobre ese odio que profeso con rabia hay alguna clase de paliativo para no distraerme mientras conduzco? España, quién te ha visto y quién te ve, que se convierte a cualquier ciudadano honrado durante décadas en un criminal por obra y gracia de politicastros repulsivos que recortan la libertad hasta mal vivir con miedo .¿Sobre esa ira hay algún remedio para que no existan distracciones a la hora de conducir? País de ladrones y caraduras.
Escrito por Ramón Cerdá en El Blog de Ramon. Si no estás leyendo esto en El Blog de Ramon, el artículo original lo encontrarás aquí …http://elblogderamon.com/paternalismo-al-volante/.