Estimado Capitán:
Si la II Guerra Mundial se hubiera librado con juguetes el salón de mi casa sería una reconstrucción insuperable de la Batalla de Normandía.
No entremos en el debate sobre cuántos regalos tienen que hacerle los Reyes Magos a nuestros lechones, pero vamos, a Jesús-que era Jesucristo, no Manolito el del quinto- le hicieron tres. ¡Tres! Y uno de ellos era mirra, que si me la regalan la cambio en ZARA por calcetines.
Total que los niños me piden que les monte los juguetes y aquí empiezan los problemas. Si fui capaz de montar la pista de los coches fue porque todo el mundo tiene suerte una vez en la vida. Ahora tengo que montarles un parking de cuatro pisos. Quieren aparcar coches. Una profesión con futuro casi a la par que el periodismo. Al menos nos ahorraremos la Universidad.
Ya le digo Capitán que debe ser más fácil construir un parking de verdad con su cementito, sus columnas etc. que la mierda esta que no hay Dios que la entienda. Para empezar se necesitan instrucciones y un paquete de dinamita para sacar cada pieza de su caja y otras instrucciones a mayores para entender las instrucciones originales. Piezas y más piezas y más piezas, ¿pero esto qué es?. ¡Ah, que no hay instrucciones! Es un diagrama. Ahora la moda es ponerte esquemas de cómo se montan las cosas, pero sin palabras. Ni el Tricicle. La puta vuelta al cine mudo o qué. Ya no solo tenemos que elucubrar cómo encaja una pieza con otra también hay que cursar un Máster para diferenciar todos los tipos de piezas que existen: Q2, Q3, H1 Estoy un paso de encontrar un nuevo elemento. Un despropósito. Creo que acabaría antes cualquier ingeniería de esas facilitas de doce años.
Uno de los lechones me ve la cara de agobio y me dice que no me preocupe que después ya lo monta mamá. Me tiende otro juguete acorde a mis capacidades: Conecta 4. Este sí. No es tan fácil como parece, pero lo consigo.
Me imagino que las empresas de juguetes se reúnen en una especie de cónclave maligno para hacer que los torpes por naturaleza nos sintamos peor si cabe.
SALA DE REUNIONES DE UNA EMPRESA DE JUGUETES "EL AVERNO"
-A ver López, ¿cuántas piezas tiene el Parking?
-79, señor
-Pocas me parecen, que sean 112 y si puede ser que se parezcan un poquito más entre sí. ¡Ah! ¡Y que duelan un huevo y la yema del otro al pisarlas de noche!
-Señor, respecto al cambio climático, ¿qué le parece si reducimos plásticos?
- ¿Y a usted Crespo? ¿Qué le parece si le pongo en la puta calle?
-Pero señor...
-Calladito. Doble de plástico, que no se diga que escatimamos.
-Pero Montessori no...
-¿Qué es eso? ¿Una pizza? Calladito Crespo que la tenemos. Doble de plástico se ha dicho y que los padres tengan que sacar un cuchillo de artificiero para cortar los cables.
Y así estamos Capitán. Intentando hacerlo lo mejor posible, pero fácil no nos lo ponen. ¿No podían pedir un pelota?
Saludos, Capitán.
PD De los juguetes en los que para meter la pila hay casi que utilizar un soplete hablamos otro día.