Patetica españa.

Lo que está ocurriendo en este país a raíz del problema catalán sobrepasa cualquier calificativo siniestro y es sumamente patético. Ha desaparecido la democracia, han desaparecido la Justicia independiente y la policía que defiende a la ciudadanía para ponerse ambas al exclusivo servicio y a las órdenes de una verdadera dictadura.

Un juez que manda a la cárcel a 9 miembros del gobierno de la Generalitat y del Parlament en base a delitos que a juicio de muchos juristas de prestigio no han sido cometidos hasta el extremo de acusar al juez de prevaricación, delitos en los que las pruebas referidas a las circunstancias necesarias para poderles acusar: violencia y malversación, son muy difusas, y que cuando las evidencias de que no hubo ni violencia ni malversación ya son absolutas e irrefutables, el juez en cuestión, basándose solo en un grosero informe de la Guardia Civil plagado de errores, la mayoría intencionados, y con ocultación y exclusión de pruebas, no solo los mantiene en la cárcel sino que reacciona en contra de los españoles y extranjeros que aportan evidencias de que no hubo tales delitos. A los presos políticos se añaden además 7 políticos catalanes más que se exilaron para evitar la cárcel, que también son acusados a pesar de las evidencias en contrario, y tanto el juez como los políticos y periodistas del régimen los consideran prófugos. Para llevar lo patético de este caso a la exasperación, el ministro de Justicia en el Parlamento manifestó visiblemente airado que los lazos amarillos por los llamados presos políticos les ofendían.

La Guardia Civil ha abandonado totalmente su función de investigar los hechos para poner el resultado de su investigación a disposición del juez y el fiscal, que son quienes deben calificarlos, sino que ha buscado solo lo que inculpaba a los presos políticos y exilados, ha ocultado datos e información que les exoneraba, hasta el extremo de que un tal Baena, teniente coronel de la Guardia civil retiró del expediente dirigido al juez certificados del Ministerio de Hacienda que probaban la ausencia de malversación, y ya que me estoy refiriendo a hechos patéticos, lo que no conseguían se lo inventaban hasta el ridículo extremo de inventarse un pueblo que solo existe en el retorcido cerebro de los guardias civiles.

Y como estos muchos otros casos en los que está más que claro que en la patética España el autoritarismo ha sustituido a la democracia.

España no es el único país aparentemente democrático que en realidad es un régimen autoritario sin separación de poderes, pero este no es nuestro único problema. El regreso al autoritarismo tiene unos responsables muy concretos. Este país tiene la inmensa desgracia de que desde hace tiempo está dominado y controlado por el Opus Dei, y en esta siniestra secta religiosa la honestidad, la decencia y el cumplimiento de la Ley son conceptos muy relativos totalmente sobrepasados por la principal prioridad de sus miembros: la obediencia ciega. No es casualidad que uno de los primeros disparos encaminados a dar muerte a la separación de poderes lo efectuase Federico Trillo, miembro muy destacado de la secta. Tampoco es casualidad que la secta naciese en pleno franquismo, y que sea profundamente anti todo lo catalán a pesar que entre los muy pocos que la apoyaban y financiaban en sus inicios están dos familias de la alta burguesía catalana.

Más España patética.

Una universidad creada ad-hoc para conceder masters y otros títulos sin esfuerzo alguno a los importantes del régimen, que cuando se descubre el pastel sirve para demostrar de nuevo la inmensa podredumbre de PP y Ciudadanos y la hipocresía de éste que permite dar infinitas largas a la dimisión de la responsable del caso más insultante que destapa el tarro de las heces.

Que Manuel Valls sea candidato de C’ a la alcaldía de Barcelona es para mondarse de risa. Un señor que fracasó de tal manera como Primer Ministro francés que en Francia ya nadie lo quiere ver ni en pintura, aunque quizás la intención de Albertito Rivera es que después del desastre Colau llegue la catástrofe Valls para poderse poner delante de los votantes del resto de España la medalla de haber acabado con Barcelona y Catalunya.

Los que atacan a los que silban al Rey y al himno de España siempre dicen que política y deporte no deben mezclarse, pero ayer hicieron una inmensa y patética demostración de mezcla de política y deporte cacheando a todos los asistentes a la final de la Copa del Rey pero no para localizar objetos peligrosos sino para requisar todas la prendas amarillas, carteles y pancartas con referencia a los presos políticos. El independentismo seguro que va a agradecer esta demostración delante de todo el mundo de autoritarismo dictatorial que ni en Turquía. Lo patético de esta estupidez se merece la siguiente foto.

El PNV finalmente va a votar a favor de la aprobación de los presupuestos sin esperar, como habían dicho, a que se levante el 155. Como siempre el PNV a lo suyo y a los demás que les den morcilla, pero no demasiada. Aquí los patéticos y soberanamente estúpidos son el gobierno español que les concede todo y el nacionalismo catalán que todavía los consideran sus amiguetes y aliados.

ETA ha anunciado su disolución y ha pedido perdón a algunas víctimas, noticia positiva aunque la solicitud de perdón sea limitada, que ha provocado otra situación patética cuando el gobierno a través de su portavoz Iñigo Méndez de Vigo y a toda prisa se ha colocado la medalla de haber derrotado a ETA, cuando ha sido, por mucho, la organización terrorista más longeva de Europa que ha estado actuando casi 10 años más que la última que desapareció.

Rajoy acaba de hacer otra patética demostración de infinita deshonestidad y falsedad cuando ayer en Palma soltó que él hacía todo lo posible por conseguir que Catalunya recupere la sensatez y que siempre ha ofrecido dialogo. ¿Cómo puede decir esto quien es uno de los principales responsables del problema, que siempre ha evitado implicarse en la más mínima intención de solucionarlo y se ha negado a aceptar las miles de ofertas de diálogo?. Es un insensato que con mucha frecuencia recomienda sensatez a los demás. Curiosamente a las pocas horas Rafael Hernando para demostrar que a los del PP les importa poco contradecirse afirmaba que al independentismo catalán ni agua porque son lo mismo que ETA.

La característica que con más frecuencia asignan los británicos a los españoles es la mentira y el engaño. Hace muchos años que creo que tienen razón y la casa de locos que PPSOE y C’ han montado alrededor del problema catalán lo demuestra de manera rotunda día sí y día también.