“Más tarde, por el trayecto a casa, posó una mano en el tronco áspero de un árbol y dijo para sí: gracias por tu humanidad. La posó después en la pared de un edificio y repitió la frase. Y lo mismo hizo, sin detenerse, con una papelera, un banco público, es poste de un semáforo y otros objetos del mobiliario urbano que fue encontrando por el camino”.
Patria. Fernando Aramburu. Tusquets Editores, 2016
Mas que un libro, está Patria de Fernando Aramburu es un retrato del conflicto vasco sin entrar en política, que ya es difícil, y sí ahondando en las emociones de todos y cada uno de los protagonistas.
Todos ellos, construidos con la solidez de alguien que sabe de lo que habla porque lo siente, despiertan en el lector sentimientos encontrados que van desde la compasión hasta la pena, pasando por la ira, la simpatía, el miedo, la cobardía, el odio y la resignación.
No creo que Fernando haya pretendido posicionar a ningún lector frente a su Patria. No es ese su mensaje. Más bien, como explica la reflexión que desde mi punto de vista mejor define al libro, intenta presentar la humanidad, con todos sus matices y sin mayúsculas.
Hay que leerlo.