Revista América Latina
Luis Britto García.- El Imperio inicia una ofensiva para reimponer en el mundo la unipolaridad y el avasallamiento de los pueblos. La soberanía de los Estados Nacionales y su integración en organismos regionales es el bastión de resistencia jurídica, económica, social, política, estratégica y cultural contra esta agresión planetaria.
O Patria o Imperio. O Independencia o tutelaje. O libertad o esclavitud. O Soberanía o dominación.
La soberanía es el poder absoluto, inalienable y perpetuo de un cuerpo político de darse sus propias leyes y normas, de aplicarlas con sus propias autoridades, y de resolver las controversias relativas a la aplicación de ellas con sus propios tribunales.
La soberanía reside de manera total e inalienable en el pueblo, y en Venezuela tiene su máxima expresión en la convocatoria de elecciones para una Asamblea Nacional Constituyente y la sanción por referendo de la Norma Suprema, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Ni países ni organizaciones internacionales extranjeras pueden resolver cuestiones relativas al orden público interno venezolano, ni imponernos sanciones, ni aplicarnos la fuerza u otros medios coercitivos.
Carecen de validez cuantos contratos, acuerdos, pactos o tratados intenten anular o disminuir la soberanía de Venezuela.
Venezuela tiene el derecho inalienable e irrevocable de estatuir los impuestos indispensables, establecer el régimen de la propiedad y sus eventuales restricciones, limitaciones y expropiaciones o confiscaciones, y de proteger tanto la producción y las industrias nacionales como la satisfacción de las necesidades del pueblo.
Venezuela tiene el derecho de propiedad sobre los recursos naturales y sobre las riquezas del subsuelo, y sobre aquellas empresas para explotarlos en los cuales se estime indispensable la propiedad pública total o parcial de los activos.
El sistema tributario se rige por los principios de legalidad, progresividad y territorialidad, según el cual los ingresos causados en nuestro país deben satisfacer sus impuestos en él.
Venezuela tiene el derecho y el deber de ejercer el control de precios con sanciones eficaces y disuasivas, adoptar las medidas indispensables para erradicar el contrabando de extracción y ejercer un control efectivo sobre sus fronteras.
La cultura es el vínculo que constituye y une a la nación, y ésta el cuerpo colectivo para cuya defensa y administración se crea el Estado.
La historia de nuestro pueblo, sus tradiciones y su bagaje cultural son la mejor herramienta para fortalecer la Venezolanidad, el arraigo y el sentido de pertenencia a la tierra y a la Nación, enfrentando la Desmemoria y la imposición de identidades ajenas.
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Luis Britto García
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