Revista Sociedad
Por Luis Herasme.
LAS CLAVELLINAS, BAHORUCO. La Patricia Batista Díaz, de 26 años de edad, murió por ingesta de veneno a las 4 de la mañana del domingo, porque alegadamente, según familiares, un Banco privado, con sucursal en Neiba, la había amenazado con someterla a la justicia por un dinero que le adeudaba.
La joven estudiaba Educación en UCATEBA, Barahona, tenía dos hijos, una hembra y varon, residía en el barrio Cuba, del Distrito Municipal de Las Clavellinas, provincia Bahoruhco.
Tan pronto tomó el veneno, `Patricia, en medio del dolor desgarrante, comenzó a gritar incesantemente pidiendo que no la dejaran murir. Era demasiado tarde. Fue llevada al hospital provincial San Bartolomé, en Neiba, distante 12 kilómetros al Este de Las Clavellinas, pero antes de su ingreso falleció.
Santos Carlos Díaz, primo hermano de la madre de la joven, reveló que Pancha, como más se le conocía en el pueblo, llevaba varios días desesperada por las presiones que recibía para que saldara la deuda, cuyo monto no especificó.
Otra fuente indica que horas antes de tomar veneno, la joven estaba en Villa Jaragua, a unos 3 kilómetros al Este de Las Clavellinas, compartiendo con amigos en el marco de las Fiestas patronales de ese municipio.
Editado en Neiba, Cabecera de la Provincia Bahoruco, República Dominicana.
LAS CLAVELLINAS, BAHORUCO. La Patricia Batista Díaz, de 26 años de edad, murió por ingesta de veneno a las 4 de la mañana del domingo, porque alegadamente, según familiares, un Banco privado, con sucursal en Neiba, la había amenazado con someterla a la justicia por un dinero que le adeudaba.
La joven estudiaba Educación en UCATEBA, Barahona, tenía dos hijos, una hembra y varon, residía en el barrio Cuba, del Distrito Municipal de Las Clavellinas, provincia Bahoruhco.
Tan pronto tomó el veneno, `Patricia, en medio del dolor desgarrante, comenzó a gritar incesantemente pidiendo que no la dejaran murir. Era demasiado tarde. Fue llevada al hospital provincial San Bartolomé, en Neiba, distante 12 kilómetros al Este de Las Clavellinas, pero antes de su ingreso falleció.
Santos Carlos Díaz, primo hermano de la madre de la joven, reveló que Pancha, como más se le conocía en el pueblo, llevaba varios días desesperada por las presiones que recibía para que saldara la deuda, cuyo monto no especificó.
Otra fuente indica que horas antes de tomar veneno, la joven estaba en Villa Jaragua, a unos 3 kilómetros al Este de Las Clavellinas, compartiendo con amigos en el marco de las Fiestas patronales de ese municipio.
Editado en Neiba, Cabecera de la Provincia Bahoruco, República Dominicana.