Por su diversidad estructural y la conjunción de climas, España es como un continente en miniatura. Hay estepas, cordilleras, bosques, zonas desérticas, grandes valles,… Además ha estado poblada desde hace milenios y ocupada por diversos pueblos que nos han enriquecido con su cultura.
Estos factores han contribuido a que tengamos un rico y variado patrimonio arquitectónico rural. En Andalucía casas blancas con tejados planos para recogen el agua de lluvia, en Galicia recias casonas de piedra con tejados de pizarra, en Castilla y León casas de adobe, la casa pinariega en Soria….
Este patrimonio es parte de nuestra historia y de nuestro paisaje, son parte del paisaje del cultural, pero lo estamos perdiendo.
Abandono rural
Extensos territorios se han vaciado de población, tanto, que las provincias de Soria y Teruel se encuentran entre las de menor densidad de población de Europa (menos de 10 habitantes/Km2), junto a regiones remotas del norte de Finlandia, Suecia o Escocia.
La emigración y el abandono rural han dado lugar a que hoy tengamos 3.051 pueblos y aldeas completamente deshabitados, a lo que hay que añadir miles de edificios de todo tipo dispersos por doquier, muchos de ellos de gran valor arquitectónico y paisajístico.
Nueva construcción
Entre 1987 y 2000 cada día se transformaban en España 36 hectáreas en superficie artificial (urbanizada, carreteras, etc) y durante el periodo 2000-2005 esta cifra aumentó a 76 hectáreas diarias.
La burbuja inmobiliarias a afectado a todos los rincones del país y muchos pueblos y aldeas han quedado desfigurados para siempre con promociones de chalets, polígonos industriales, nuevos accesos y edificios públicos construidos sin ningún respeto por el paisaje.
Recuperación del patrimonio.
Es indudable que en los últimos años no solo hemos perdido patrimonio edificado, sino también patrimonio paisajístico, que es un valioso recurso para un país tan turístico como el nuestro.
Pero en el polo opuesto nos encontramos con muchos emprendedores que han rehabilitado parte de este patrimonio, invirtiendo mucho cariño, tiempo y dinero, y lo han reutilizado como alojamiento para el turismo rural. Son casas de pueblo, molinos, establos, casas blasonadas, granjas…
Por ello, siempre que en tus escapadas escoges uno de estos alojamientos estás contribuyendo a la conservación de este patrimonio y del tejido social y económico que lo sustenta.
En Qnatur los tienes!!
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