Revista Salud y Bienestar
Utilizando imágenes fMRI de personas que exhiben características que indican un alto riesgo de psicosis, el equipo observó una mayor conectividad funcional en el circuito cerebelo-talamo-cortical. En un segundo experimento, confirmaron que este patrón de hiperconectividad estaba presente entre aquellos que ya tienen un diagnóstico de esquizofrenia pero no en aquellos con otros trastornos psiquiátricos. Esta hiperconectividad sugiere que la red cerebral afectada puede reflejar mayores errores en el funcionamiento integrador del cerebro, como la confusión en la convergencia de información de diferentes regiones del cerebro. Este patrón puede reflejar una compensación por dichos errores, que se cree que son la base del pensamiento desorganizado que es una característica de la psicosis. Se espera que este biomarcador se pueda utilizar en el cribado de segunda etapa después de la identificación de otros factores de riesgo para la esquizofrenia. La intervención temprana en pacientes con psicosis se ha relacionado con mejores resultados en la esquizofrenia, que generalmente afecta por primera vez a personas en su adolescencia. Estos hallazgos de la Universidad de Yale publicados en la revista Nature Communications nos pueden ayudar a los médicos a comenzar terapias de intervención temprana en aquellos pacientes con más probabilidades de desarrollar psicosis.