Ahora que me fijo, aunque tengo en casa una buena parte de las obras de estas autoras, de la única que os había hablado hasta el momento es de la joya de tomo único
La dama de las nieves. A ver si le pongo remedio en un futuro, pero no prometo nada.ArgumentoEl campus CLAMP es tan completo que tiene sus propios justicieros: los Duklyon. Liderados por un misterioso jefe de aspecto juvenil con gafas de sol y abanico tradicional a juego, la patrulla de héroes se enfrenta a los villanos del Centro Comercial Imonoyama que quieren hacerse con el control del mundo empezando por el campus.
Kentaro y Takeshi son dos estudiantes de secundaria normales y corrientes para todo el mundo que, cuando son reclamados por una señal que sólo ellos entienden su significado (una canción que suena por los altavoces), deben dejar lo que estén haciendo (que suele ser atender a clases) para acudir a la sede de Duklyon (escondida en una panadería, su acceso es por el horno) y allí escuchar cuál es su nueva misión.
Los guerreros con armadura, defenderán el Campus junto a Erii, el tercer miembro del grupo de quien, inesperadamente, se enamora el líder de los villanos del Centro Comercial Imonoyama.
Reseña
En una palabra, esta serie es una CHORRADA. Es imposible tomártela en serio ya que ni la serie se toma en serio a sí misma. Me recuerda a Sailor V sólo que es aún más absurda que aquella, que ya es decir. Y puestos a hablar de cosas a las que me recuerda esta serie, que la entrada a su "base secreta" sea por el horno de una panadería me ha hecho pensar inevitablemente en Mortadelo y Filemón y sus peculiares accesos a la sede de la T.I.A. A este nivel de elementos disparatados está. Jamás pensé que podría hacer un paralelismo entre el cómic español probablemente más famoso y una obra de las CLAMPLa serie es una parodia del famoso género sentai japonés (Power Rangers y similares). Los dos protagonistas deben luchar contra un grupo de malos que invocan en cada capítulo un monstruo más ridículo que el anterior al que vencen de un sólo golpe. Es que no hay ni siquiera una pizca de acción ni de tensión. Con decir que en uno de los capítulos los malos planean hacerse con el comedor estudiantil y zamparse ellos toda la comida como primer paso de su conquista mundial... No, esto no es serio.
Ante semejante serie cabría preguntarse si las autoras tenían en mente alguna clase de guión. Parece que sí porque, tras un par de capítulos clónicos aparece al fin algo de fondo y es el romance entre Erii y el villano principal, lo que hace que los dos supuestos protagonistas tengan cada vez menos peso en los capítulos que quedan (ellos mismos lo dicen y hay quejas por su parte a las autoras). El romance es al final el hilo argumental que acaba sustentando la serie pero no esperéis ni una pizca de dramatismo en el romance, ni de profundidad, ni de sentido en los giros de guión... nada. Vamos, una auténtica tontada de serie. Sólo humor y entretenimiento con un toque clásico y algo desfasado.
Quizás lo más interesante de la obra, dada su antigüedad y que se publicó en una revista de corte shonen o seinen (no he visto ningún sitio que aclarase este punto en condiciones), es esa ambigüedad tan propia de las CLAMP en la relación de Kentaro y Takeshi.
El primero está empeñado en prepararle al otro comida, proclama que desea ser en un futuro una buena esposa y no duda en decir ante una multitud que son "más que amigos" o llamarle "cariño". Por su parte, Takeshi, un chico serio y formal, aguanta como puede este acoso que nunca está muy claro si va en serio o no. Así son estas autoras, hacen un amago pero lo dejan todo en el aire. Me imagino que en su época, a poca fama que ganase la obra, proliferarían los fanzines desarrollando a la parejita.Algo a destacar es que la serie tiene un buen número de crossovers entre obras de este grupo de autoras. Que yo haya reconocido, por un lado El ladrón de las mil caras y Clamp, club de detectives, pero también sale brevemente X a modo de película que ven los protagonistas en un cine. Y ahora que he leído ésta, me huelo que podré reconocer a sus personajes en más de una historia posterior que en una primera lectura desconocía.
La serie es antigua, se publicó entre 1991 y 1993, así que el estilo de dibujo responde a las obras de aquella época de las autoras, con muchas tramas y personajes no tan estilizados como los que hacen ahora. Tiene un estilo clásico que, sin estar muy pulido, es bastante agradable a la vista.
De la edición hay que reconocerle a Norma un buen trabajo, especialmente con el detalle de incluir en cada tomo una ilustración a color, desplegable y en papel satinado, al principio de cada uno.
En definitiva, una serie cortita para pasar el rato que nos sacará alguna risotada ante las salidas de los personajes o las locuras del guión. Absurda y ridícula, desde luego no es lo mejor de estas autoras pero ya sea por completismo de sus obras o para verlas en un registro puramente cómico, puede ser interesante hacerse con ella.