Revista Cultura y Ocio

PAUL BENJAMIN (PAUL AUSTER): "Jugada de presión"

Publicado el 25 septiembre 2011 por Ismaeldiaz

A MODO DE PRESENTACIÓN

 
En esta ocasión, y por presentar un título curioso, nos vamos a centrar en una novela que, tal vez, algunos lectores y admiradores de la obra narrativa de Paul Auster desconozcan. Encuadrada dentro de la categoría de novela negra, “Jugada de presión” fue la primera novela escrita por Paul Auster (lo cual se nota de forma evidente en las constantes deudas contraídas con grandes del género como Hammett y Chandler), publicada bajo el seudónimo de  Paul Benjamin. No es una obra maestra, es un trabajo incipiente, primerizo, inmaduro algunas veces, sustentado en tópicos otras, pero en el que ya podemos rastrear, ocultos bajo los pespuntes de frases y párrafos, los ambientes y atmósferas propios de la posterior producción austeriana. Novela recomendada para amantes de libros raros, de culto, y sobre todo, para seguidores incondicionales de Paul Auster y de la novela negra.
SINOPSIS
Max Klein, detective privado, es requerido por un importante, famoso y admirado  ex jugador de baloncesto (y candidato a senador) que solicita su ayuda como investigador.
(Editorial ANAGRAMA. Traducción: Benito Gómez Ibáñez)

CAPÍTULO 1
Tras seguir una docena de pistas falsas, acabé encontrando a la chica en Boston, donde hacía la calle en la Combat Zone.
Combat Zone (Boston)
-¿Dónde ocurrió el accidente?
- En el condado de Dutchess, en la carretera 44, cerca de Millbrook.
Millbrook
CAPÍTULO 2
Devolví los cuadros a Dennis y coloqué con chinchetas una gran reproducción en color de "La torre de Babel" de Brueghel, regalo de la librería de mi barrio por cada compra de dos libros.
"La torre de Babel" (Brueghel)
Nunca me gustaba mucho volver a Morningside Heights. (...) Las universidades son, en el mejor de los casos, sitios deprimentes, y Columbia no era una excepción. La imponente arquitectura pseudoclásica que agobiaba el pequeño campus hacía pensar en un rebalo de elefantes que celebrara una fiesta en una pista de tenis (...). La Facultad de Derecho, por ejemplo, parecía un tostador. Los estudiantes entraban como frescas rebanadas de pan y tres años después salían hechos migas.
Facultad de derecho (Columbia)
Los archivos del New York Times se conservaban en la Biblioteca Barnard.
Biblioteca Barnard (Columbia)
CAPÍTULO 4
Yo vivía en uno de esos edificios típicos del West Side, un arca de Noé que albergaba a casi todas las especies existentes en la ciudad.
West Side (NY)
Puse un disco de Mozart, uno de los cuartetos dedicados a Haydn.
Mozart (primer movimiento del cuarteto para cuerda 15, uno de los dedicados a Haydn)
CAPÍTULO 10
Cambié a la WQXR y me encontré con la versión de Richter de la "Fantasía del vagabundo". Dejé las noticias y me quedé con Schubert.

"Fantasía del vagabundo" (Schubert. 2º movimiento Adagio, por S. Richter)
CAPÍTULO 11
La reserva de North Mountain consistía en varias hectáreas de bosque, zonas de jira y senderos para excursionistas en la cumbre de la colina.
North Mountain
-Olivier estaba mejor en Cumbres Borrascosas -objeté-. Este amigo tuyo no sabe conmover al público. Su personaje no resulta muy creíble.

Tardé veinte minutos en llegar a la librería Eighth Street. Junto con la Gotham Boor Mart y otros establecimientos de la ciudad, la Eight Street mantenía el principio de que los libros tienen vida propia y no se marchitan de pronto cuando aparece la lista de la nueva temporada.
Librería Eight Street (NY)
El lugar que ocupaba la Librería Eight Street, actualmente
CAPÍTULO 19
Entrar en un estadio de béisbol profesional es una experiencia sin parangón en el mundo. (...) Da la vuelta al estadio (...) y penetra en la penumbra de un túnel lleno de ecos y empellones. Da la impresión de que ha ido hasta allí sólo para participar en la secuencia de un sueño de una película de Fellini. Luego se sube la rampa y ahí está. Es casi imposible observarlo todo de un golpe. La súbita sensación de espacio es tan fuerte que durante unos momentos uno no sabe dónde está. Todo se ha hecho tan grande, tan verde, tan perfectamente ordenado, que es como si de pronto se encontrara uno en el jardín del castillo de un gigante.
Shea Stadium (Nueva York)
CAPÍTULO 20
Briles vivía en un edificio de apartamentos en la esquina de la calle Ciento dieciséis con Morningside Drive. (...) Al otro lado de la calle estaba Morningside Park, una escarpada columna de arbustos y afloramientos graníticos que descendía hacia la llanura de Harlem y atravesaba la inacabable extensión de los barrios pobres.



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