Paul Bernardo era en apariencia el chico que a toda madre querría para su hija: guapo, atlético y con un futuro profesional prometedor.
Karla Homolka no se quedaba atrás: atractiva, buena estudiante, educada y sin ninguna mala actitud que reprochar.
Los dos jóvenes canadienses se conocieron en 1987 en la ciudad de Toronto y rápidamente iniciaron una relación. Karla se enamoró perdidademente de él, amor que se convirtió en obsesión y totalmente dependiente de él.
Paul controla la vida de Karla: cómo debe vestirse, qué debe comer, cómo comportarse. Además la golpea constantemente. Para acabar de comprobar su fidelidad le hace una confesión: él es un agresor sexual, pero a ella no le importa. Comienza entonces una horrible caza de raptos, violaciones que en cuatro ocasiones acaban en muerte.
En 1990, Paul le pide a Karla que le proporcione una chica virgen, aunque ésta debe ser su hermana Tammy, de quince años, con la que estaba obsesionado. Ella acepta. En la vísperas de Navidad, emborrachan y drogan a la menor, y cuando se encuentra inconsciente la agreden sexualmente. Tammy Homolka fallece tras ahogarse en su propio vómito. Para ocultar lo sucedido la visten y tras ello llaman a los servicios sanitarios de emergencia, que no descubren lo sucedido y certifican la muerte como accidental.
El 29 de junio de 1991, mientras “Ken y Barbie” (como eran conocidos simpáticamente por sus amigos y familiares) contraen matrimonio, unos pescadores encuentran en el lago Gibson una pierna y parte de un torso humano, pertenecientes a una adolescente de apenas quince años, que Paul y Karla raptaron y secuestraron dos semanas antes de la boda, agrediéndola sexualmente y asesinándola después, para después descuartizarla y arrojar los restos a dicho lago.
El 16 de abril de 1992, la pareja de criminales raptaron a una joven en el aparcamiento público de una iglesia. Durante tres días la estuvieron sometiendo, y al igual que la anterior víctima, la asesinaron, arrojando el cuerpo en una zona boscosa.
Los malos tratos que recibía Karla de su marido fueron en aumento, hasta que en 1993 y después de una fuerte paliza, denunció a su marido, confesando los crímenes y violaciones cometidos.
Karla Homolka era vista como una víctima más de Paul Bernardo, y su confesión sirvió como atenunante, aunque unas cintas de vídeo que contenían grabaciones de la pareja agrediendo sexualmente, torturando y asesinando a algunas de las víctimas revelaran lo contrario; sorprendentemente la condena para ella fue de tan sólo doce años de prisión.
En la actualidad, Paul Bernardo cumple cadena perpetua en la prisión de Kingston, Ontario. Además de los crímenes perpetrados con Karla Homolka, violó a diversas adolescentes entre 1987 y 1988, por lo que era conocido como “el violador de Scarabough”, del que no se supo la identidad hasta la fecha de su detención.
Karla Homolka cumplió condena hasta el año 2005. Cambió su nombre por el de Leanne Bordelais y actualmente vive en la isla antillana de Guadalupe, con su actual esposo Thierry Bordelais y los tres hijos de ambos.