Revista Insólito

Paul Watson o la vergonzosa persecución a quienes luchan por el planeta

Publicado el 23 agosto 2013 por Iris Bernot @irisbernot
     Para aquellos que no le conozcan, Paul Watson es el máximo responsable de una organización llamada The Sea Sheperd Conservation Society, una organización no gubernamental que lucha contra la matanza de ballenas, tiburones, focas y demás fauna marina constantemente amenazada por balleneros y pescadores sin escrúpulos que sirven a intereses económicos, comerciales y políticos. Siendo uno de los primeros miembros de Greenpeace, fundó la organización tras una disputa con algunos miembros de Greenpeace a causa de los métodos  que éstos utilizaban y utilizan para intentar parar a los que matan sin escrúpulos a toda la fauna que se les pone por delante, ya que para Watson era y es necesario métodos más agresivos y directos para acabar con la lacra de la pesca y la caza indiscriminada con métodos como lanzar gases y tóxicos a los barcos balleneros o poner sus barcos delante de los de los balleneros para que no puedan operar, como así puede verse en el programa de televisión que sigue a su organización en su día a día y que se emite en "Discovery max" en algunos países (se llama piratas ecológicos) y en "Animal planet" en otros. Hace unos años, en el 2005 concretamente, unos pescadores de Puerto Rico acusaron a Watson de tratar de matarles mientras estaban cazando tiburones para la industria del aleteo, esa que incluye las sopas de aleta de tiburón en las cartas de los restaurantes orientales para que la gente se ría de la ocurrencia mientras miles de tiburones mueren por no poder cazar debido a  la falta de sus aletas. Al parecer, la industria aletera es tan económicamente relevante que la propia Interpol tuvo una orden de busca y captura contra Watson en activo durante varios años hasta que al fin fue detenido en un aeropuerto alemán. Watson asegura que los "aleteros" usaban los  cuerpos de los tiburones muertos para transportar cocaína de unos países a otros como al parecer así se ha demostrado al final que era, aunque eso no ha impedido que haya estado en orden y captura durante años y que diversas organizaciones medioambientales se hayan tenido que poner manos a la obra para defenderle legalmente y evitar su encarcelamiento.
      Paul Watson es uno de esos guerreros convencidos de los que ya quedan pocos. Completamente insorbornable, ( ha dicho que se le ofreció la retirada de su acusación a cambio de cien mil dólares, a lo cual dijo que no) ha conseguido algo que era impensable hace unos años, y es que Japón, ese país al que le gusta tanto matar ballenas para todo tipo de industria ( cosmética, alimenticia, capilar, etc...) haya suspendido temporalmente la caza de ballenas, una caza que bajo la etiqueta de "científica" para saltarse todas las leyes de conservación medioambiental de las Naciones Unidas asesinaba a estos hermosos y enormes peces de una forma indiscriminada y salvaje. Sin embargo, el camino ha sido duro y de una crueldad extrema, porque en su lucha por intentar boicotear a los balleneros, Watson y los suyos han tenido que ver cómo éstos subían  a bordo a ballenas arponeadas y cómo estando todavía vivas las cortaban en trozos delante de ellos mientras la humanidad de todos nosotros se moría un poco más.         Hay mucha gente que cuestiona sus métodos y que los tilda de terroristas e inadecuados, pero esa gente no debe de saber que los océanos son nuestro mayor sustento y la piedra angular de nuestro planeta. Las ballenas, las focas, los tiburones, las tortugas y todos esos animales que sufren matanzas y persecuciones de lo más cruentas por parte del hombre, la peor especie con diferencia por cierto, son el alfa y el omega de todo el ecosistema marino y por tanto del ecosistema planetario, ya que los mares son los responsables del clima, de que no nos muramos a base de maremotos, tsunamis,  cambios climáticos extremos y otras cosas por el estilo. Los países se dedican a firmar papeles en los que pone que no se debe de matar por matar porque está claro que la tierra se nos está muriendo, lectores, pero luego sus dirigentes se quedan sentados en sus despachos mientras los intereses económicos siguen destruyendo este planeta que al fin y al cabo en nuestra casa aunque a veces no lo queramos ver para no tener que implicarnos.      Si queremos seguir viendo la belleza de esta tierra que cada vez está más herida tenemos que empezar a defenderla y a alzar la voz contra todos aquellos que la compran y la venden como si fuera cualquier cosa, porque es nuestra, tan nuestra como de ellos, y se la están cargando, la están destruyendo mientras estamos viendo la televisión. Por eso creo que no debemos comer sopas de aletas de tiburón ni comprar nada en lo que haya intervenido la materia de ninguna ballena, cachalote, tiburón o foca ( si queréis ver el infierno en la tierra solo tenéis que ver un vídeo de matanzas de focas) y por eso defiendo a Watson y a sus métodos, porque si hubiera más guerreros como él dispuestos a plantar cara a los que matan a los animales que tanto necesitamos para seguir aquí, otro gallo cantaría. Arriba, Paul Watson, no desfallezcas, no somos tan pocos como creen... 

Paul Watson o la vergonzosa persecución a quienes luchan por el planeta

Una de las muchas bellezas amenazadas de este planeta


Paul Watson o la vergonzosa persecución a quienes luchan por el planeta

Paul Watson a bordo de uno de sus barco



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