Revista Cultura y Ocio
Como he venido anunciando, Paul Weller editó el 12 de mayo su nuevo trabajo, A Kind Revolution. Se trata de su decimotercer trabajo de estudio en solitario.
El Modfather no ha escatimado, y el nuevo trabajo salió en varios formatos, incluyendo un box set deluxe con cinco singles y una edición en triple cd (segundo cd con los temas instrumentales y tercero con remixes). También la edición de vinilo viene con 5 plásticos y cada uno con un artwork personalizado y todas las letras de los temas, además de la tarjeta descarga de las 29 canciones totales que componen el trabajo. La edición normal contiene diez temas.
Según sus propias palabras el título del trabajo no habla de una revolución política, sino de una espiritual desde el amor, la compasión y la esperanza, opuesta a la que supone matarse unos a otros. El bueno de Weller, desde aquel discarral llamado 22 Dreams, su último gran álbum, ha estado reinventándose constantemente, y unas veces sus cambios han sido un acierto y otras veces ha patinado un poco, así los discos posteriores a aquel de 2008, Wake up the nation (2010) donde había cosas interesantes, Sonik Kicks (2012) donde experimentó tanto que se fue a paisajes cósmicos sonoros algo raros, y Satturn's Pattern (2015) en el que parecía por momentos volver a levantar el vuelo, han dado por un lado una sensación de que sigue siendo un tipo inquieto musicalmente, pero que la reinvención de uno mismo no es nada sencillo, y a veces hay que dar dos pasos atrás, para luego dar uno firme hacia adelante.
Empieza el disco con Woo Sé Mama que es un tema rockero excepcional, un Weller en forma donde hace su rock con toques souleros, con esas coristas de lujo, P. P. Arnold y Madeline Bell, dos estrellas sesenteras del soul, idolatradas en la escena mod británica, un temazo para empezar. Sigue con Nova, el Modfather moderno de ahora, un medio tiempo donde destacan teclados, su voz que parece venir de otro planeta (ecos del Bowie glam) y luego las guitarras y los vientos. Long Long Road es el tema donde Mr. Weller se sienta al piano y dibuja una melodía extraordinaria, un tema pausado de enorme calidad, de tono clásico, brutal. She moves with the fyre es una canción que se adentra en el funky desde su perspectiva, y donde la trompeta de Robert Wyatt destaca también. The Cranes are back es un baladón con tintes hippies en la letra, paz y amor parece decir el maestro.
Hopper es un tema dedicado a un pintor norteamericano, no al actor, como podría pensarse quizás, medio tiempo pasable con vientos destacados. New York es un buen tema con aires de jazz y donde el órgano hammond de Andy Crofts tiene mucha importancia. One tear tiene una colaboración de Boy George (Ex-Culture Club) a la voz, quizás por eso suena a años ochenta, y es la canción más larga del trabajo, me recuerda los años de Steve Council por los matices soul. Satellite kid tiene aires blueseros, con ritmo interesante y una letra que habla de la historia de un inmigrante. Se cierra el disco con The Impossible Idea que es un relax final, donde la letra habla de esa revolución tranquila que nos propone el Modfather.
Paul Weller a sus recién cumplidos 59 tacos, sigue siendo un referente y ha editado un buen trabajo donde parece seguir recuperando cosas buenas, aunque sin llegar a ser una obra maestra. Además en septiembre le tendremos por Madrid y Barcelona, habrá que aprovechar para verle en vivo, siempre interesantes sus shows.Os dejo con Woo Sé Mama en vivo en el Later... with Jools Holland.