Uno de los mayores riesgos que sufrimos los cicloturistas en nuestras salidas es la probabilidad de tener un accidente con un vehículo en el que se hace imprescindible tener unas pautas clara para reaccionar.
Lo primero de todo es respirar profundo y calmarse y ver si ha sido un choque leve para situarse y colocar la bicicleta en un lugar que no sea un obstáculo para el resto ya que puede causar un accidente múltiple. La confusión es uno de los primeros síntomas por lo que relajarse en esta situación es muy importante para actuar correctamente.
A continuación, se deben llamar a los servicios médicos para que diagnostiquen los daños, lesiones y el grado de gravedad del accidente donde el cicloturista siempre es perjudicado a nivel físico.
Si se está en buenas condiciones o bien, eres el compañero del ciclista que ha tenido el accidente hay que preocuparse en buscar testigos que hayan podido ver lo sucedido y por supuesto, anotar la matrícula del vehículo implicado será fundamental.
Si ambas partes están de acuerdo, se debe completar el formulario de Declaración Amistosa de las compañías aseguradoras comprobando que todo lo indicado es correcto, de lo contrario, es mejor no firmar y llamar a la Policía.
En muchas ocasiones, los propios conductores bajan con una actitud agresiva inculpando al ciclista del suceso. No os dejéis amedrentar porque suele ser una táctica para sentir que toda la culpabilidad de lo sucedido es nuestra.
Si el automovilista se da a la fuga o no quiere quedarse en el lugar del accidente no dudéis en interponer una denuncia a la policía por delito de fuga y proporcionarles todos los datos que hayáis podido obtener de él para que la ley haga su trabajo.
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