Revista En Femenino

Pautas para padres de niños con disfemia

Por Mamiclic

El tartamudeo es una alteración en la fluidez del habla, prolongando sonidos, se bloquea, repite sonidos,  silabas o palabras.

El 5% de la población infantil mundial pueden tener tartamudez.

Las causas más frecuentes son las siguientes:

  • En los niños suele aparecer en situaciones de estrés o cambio, inicio del cole, cambio de colegio, retirada del pañal, problemas dentro del entorno familiar…
  • Otra de las causas es la presión que ejerce el entorno sobre su lenguaje, así no se dice, habla bien, repítelo bien… esto consigue crear inseguridad en el niño y que aparezca esta patología.

Cuando llega a nuestras consultas un caso de este tipo lo primero que hacemos es dar unas pautas a la familia, ya que es esta rehabilitación es fundamental su colaboración:

Entrenar un modelo de habla más lento y relajado, y con un contenido más simple:

  • Crear estilos comunicativos que impliquen baja presión para los niños, para lo que hay:
    • Evitar situaciones de habla estresantes
    • Hacer más comentarios y menos preguntas
    • Hacer las preguntas de una en una, despacio y disminuyendo su complejidad tanto sintáctica como semánticamente (por ejemplo hacer preguntas más cerradas)
    • Esperar a que el niño termine de hablar evitando interrupciones y superposiciones (contar 1 ó 2 segundos en silencio antes de comenzar a hablar)
    • Enseñar a los padres a hacer escucha activa con sus hijos.

Entrenar formas adecuadas para reaccionar ante los bloqueos:

  • No dar ayudas para salir de ellos (como terminar las frases por él o intentar adivinar palabras…) si el niño no lo pide.
  • Controlar la conversación si los bloqueos empiezan, simplificando las intervenciones del niño o incluso tratando de disminuir su participación.
  • Evitar reacciones verbales y no verbales del entorno ante los bloqueos.
  • No prestar tanta atención a la forma y sí al contenido.

Introducir algunos cambios en su estilo de vida:

  • Disminuir el ritmo de vida general de la familia, evitando que los niños tengan un exceso de ocupaciones.
  • Planear las actividades para generar rutinas.
  • A la hora de disciplinar, castigar sobre la conducta sin pedir al niño explicaciones sobre lo que haya hecho, mientras se le castiga tiene prohibido hablar.
  • Apoyar al niño en cualquier punto fuerte que tenga y evitar un excesivo de críticas.

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