El florecimiento de la sociedad digital necesitó de una infraestructura comercial de grandes dimensiones. Ante un mercado nuevo y creciente, multitud de pequeñas tiendas, de franquicias y de grandes superficies especializadas proliferaron en nuestro país, buscando su hueco ante millones de consumidores deseosos de entrar en la categoría de ciudadano informatizado.
Pasamos en pocos años de aquellos equipos de sobremesa que parecían armarios, ya fueran de marca o clónicos, a equipos más reducidos, algunos atreviéndose con diseños atrevidos (influencia Apple, se entiende). Después hubo que desechar todos estos equipos para migrar hacia ordenadores portátiles, ya fueran de 15”, 17” o los recientes notebook o netbook.
Pero todo crecimiento en burbuja tiene un final explosivo. En pocos años han ido cayendo todo este tipo de negocios, dado que los servicios que ofrecían (personalización, montaje, servicio técnico...) tienen poca razón de ser con la venta de equipos portátiles estandarizados y con configuraciones casi cerradas, con servicios técnicos centralizados y poca personalización por parte del usuario.
Recientemente, uno de los gigantes europeos de la informática, PcCity ha anunciado que abandona nuestro país, como ha venido haciendo en algunos países de Europa del este desde que comenzó la recesión económica. No se trata de una profunda reforma como la que acometió en 2009, sino de un cierre de todas sus tiendas en España, lo que dejará a casi 1300 personas en el paro.
¿Seguirá sus pasos MediaMarkt o respirará al desaparecer su principal consumidor? ¿Es sólo consecuencia de la crisis o es que lo hogares están saturados de equipos informáticos y es inviable un crecimiento como el actual? ¿Es una señal para que los mercados se planteen sus métodos salvajes de producción? La respuesta en los próximos años.alfonsovazquez.comciberantropólogo