Trastornado, Miguel debe tomar una elección: buscar a su amigo para entregarlo al mar y así aceptar ante el pueblo lo que en verdad es, destruyendo su matrimonio y su reputación; o dejar que el alma de su amigo vague eternamente por este mundo sin descanso alguno. Miguel, quien es el único que puede ver y sentir a Santiago, vive algo que nunca pudo vivir con Santiago mientras este vivía: un amor libre y sin miedo a ser descubierto.
En marco de este romance vivaz, en casa de Santiago, se encuentra pinturas y fotos de Miguel en situaciones comprometedoras, lo que conlleva a que su reputación se vea manchada. En esta situación, Miguel, para mantener su reputación, decide afrontar y rechazar a Santiago, quien ante situación decide alejarse y vagar eternamente por el mundo de los mortales. Embriagado por la tristeza y por el amor, Miguel decide entregar el cuerpo de Santiago al mar, pero este, ha sido encontrado por otros pobladores, el cual ha sido entregado a la familia de Santiago para su santa sepultura. Miguel, adolorido y amoroso, decidí, ante marea y corriente, pedir el permiso de la familia de Santiago para cumplir la promesa que le hizo desde un inicio.Confuso pero decidido, Miguel realiza el acto de entrega, ante la insensata mirada del pueblo; este hecho, no solo marca el fracaso de su matrimonio, sino la pérdida total del respeto que se había ganado con su gente. Realizado el acto, Santiago le agradece a Miguel la promesa cumplida: entregar su cuerpo al mar por el varón más cercano para poder descansar. Historias que pocos cuentan En un mundo que pocos se atreven a entrar, Javier Fuentes-León, nos cuenta un amor único que hasta la muerte no lo separó. Javier, en su ópera prima, demuestra su gran lenguaje cinematográfico, el cual fluye en una narración simple e entendible para el espectador. Inclusive, podemos señalar que no existe alguna escena chocante, ya que aquellas de contenido sexual se muestran en un juego de sombras y planos generales, para no dañar la susceptibilidad del espectador. De esta manera, el director tiene aquella visión que muy pocos directores– influenciados por el imperio del cine hollywoodiense - actualmente tienen: ver la película como un espectador e imaginárselo en pantalla grande como producto final. El director, a su vez, demuestra su manejo en el desarrollo de los personajes; sabe dar el salto o la pausa que un personaje necesita para darle énfasis necesario en la historia que transcurre Contracorriente.Ingeniosa, original y conmovedora sería los adjetivos que se le puede dar a Contracorriente, una película peruana-colombiana que ha sabido llevar una historia que solo los valientes se atreven a hacer: el amor de dos hombres en una sociedad donde se cree que el amor debe darse entre personas de distintos sexos. Sin duda alguna, se observa que el cine peruano aumenta en su calidad cinematográfica dando de qué hablar en distintos países.