Hace poco caí en cuenta gracias a un comentario en otro blog sobre algunas acciones navales que a pesar de haber ocurrido después del combate de Angamos tuvieron cierta importancia y que a pesar de eso no son muy conocidos. Vuelvo entonces al escenario de la Guerra del Pacífico para escribir sobre la campaña marítima después del Huáscar.
Tras la captura del Huáscar y la pérdida de Iquique y Tarapacá, la ciudad de Arica sufría un rígido bloqueo. Con la marina en evidente inferioridad había que buscar algún estratagema o sino a algún intrépido capitán que llevara las vituallas necesarias a la sitiada guarnición. El capitán Villavicencio y su Unión se encargarían de eso. Su proeza, rompiendo el bloqueo chileno, inclusive con los dos acorazados cerrandole el paso. Su historia merece un post por sí sola.
Pero no fue el único episodio en Arica, hubo una acción naval más. Al comenzar la guerra se envió a Arica al monitor Manco Cápac (cuyos potentes cañones de 500 libras eran temidos por la flota chilena) el cual solo alcanzaba la patética velocidad de 3.5 nudos (el otro monitor de río, el Atahualpa ni se podía mover, por eso se quedo como batería flotante en el Callao y sería hundido tras la caída de Lima). Imposibilitado, por su estado, de realizar operaciones en alta mar y al mando del capitán Sanchez Lagomarsino fue finalmente comisionado para defender el puerto. Sus dos cañones Dahlgren de 15 pulgadas que enviaban proyectiles de 500 libras eran un arma mortal. El 27 de febrero de 1880, Arica fue atacada por el capturado Huáscar y por la corbeta Magallanes. Sorprendentemente el Manco Cápac salió de la rada acompañado por la lancha torpedera Alianza para presentar combate contra el Huáscar. Los dos blindados se enfrascaron en un duelo naval a distancias cortas. Un proyectil del Manco Cápac dio a boca de jarro en la torre del Huáscar, mató al comandante Manuel Thompson y dejo al blindado fuera de combate por varios meses. Próximamente publicaré un post con algunos detalles más de este suceso, pero sólo como adelanto existen algunas fuentes que dicen que el comandante del Manco Cápac durante esta acción fue el ex-skipper del encallado Independencia: Juan Guillermo Moore, que se encontraba recluido en Arica. Finalmente, tras sostener algunos esporádicos combates contra la flota chilena (en los cuales dio blanco en el Cochrane y en la Covadonga) el monitor fue hundido para evitar su captura tras la caída de Arica.
Además de esas acciones hubieron otras durante el bloqueo del puerto del Callao a cargo de los pobladores y pescadores que vivían en las costas y que cansados de ver aquellos barcos enemigos en sus aguas decidieron destruirlos.
Primero fue el transporte artillado Loa, que había participado del cerco al Huáscar en Angamos, y se paseaba "airoso" por las costas del norte chico, entre Huacho y el Callao. Los pescadores artesanales del Callao se propusieron hundirlo. Fue hundido frente al Callao en julio de 1880 por una carga explosiva, colocada por los peruanos en una lancha que flotaba solitaria, que el transporte recogió imprudentemente de alta mar. Desdichadamente perdieron la vida el comandante y 119 tripulantes.
Posteriormente la goleta española Virgen de Covadonga, nave que desplazaba 854 toneladas con una potencia de 140HP, un andar de 7 nudos y dos cañones de 70 libras, tres de 40 y dos de 9, esta nave era una de las mas queridas de la escuadra chilena por haber sido conseguida durante el combate naval de Papudo mediante el mismo estratagema que uso Cochrane durante las guerras de la independencia (izaron bandera británica en la corbeta Esmeralda, y cuando estuvieron a pocos metros de la Covadonga izaron su propio batallón de guerra y la cañonearon sin misericordia hasta conseguir su rendición). Había batallado contra la Independencia en Punta Gruesa y contra el Huáscar en Angamos. Fue destruida el 13 de setiembre de 1880, frente a las costas de Chancay (cercanas a Lima) por los pescadores peruanos que estaban indignados que semejante buque les bloquera el puerto (ya era conocida la historia del inmisericorde cañoneo al encallado Independencia en Punta Gruesa) luego de recoger una "inofensiva" lancha cargada de víveres que flotaba en alta mar. Ni bien se arrio la lancha ocurrió una terrible explosión que echó a pique a la goleta. De sus 109 tripulantes, 32 perecieron en la explosión, 29 lograron escapar y el resto cayó prisionero.
Como dato final también hubieron combates entre lanchas torpederas durante al bloqueo del Callao: Primero se enfrentaron las lanchas peruanas Independencia, Resguardo y Callao (tenían como misión torpedear al acorazado Blanco Encalada) contra las torpederas chilenas Guacolda y Janaqueo, combate que terminó con la Janaqueo y la Independencia en el fondo del mar (acción donde se inmoló el hijo del héroe del 2 de mayo, Jose Galvéz). Y por último se enfrentaron la cañonera peruana Arno y las lanchas torpederas Capitanía, Resguardo, Urcos y República contra las torpederas chilenas Fresía, Guacolda, Colo Colo y Tucapel dando como resultado que la Arno hundió a la Fresía. Después de esta acción no habrían más, con la quema y hundimiento de sus naves, la marina peruana había dejado de existir hasta su renacimiento a fines del s.XIX (llegada del crucero Lima).