Objetos

Bruno (Sergio Velarde) es asistente de un coleccionista obsesionado por tener 4 objetos en su poder: una quena, un tumi, un quero y un ekeko.

Una quena que según dicen si tienes un pensamiento antes de tocar cualquier melodía, ese pensamiento se hace realidad. El tumi que además de exótico es objeto de bajas pasiones para quienes lo poseen. El quero que al beber de él te lleva a mundos inimaginables. Y un ekeko al cual le pides un deseo y te los concede, siempre y cuando hagas un sacrificio por él.

A Bruno sólo le interesa encontrar a quienes tienen dichos objetos, pagarles y llevárselos a su jefe. Sin embargo un día que va en busca de uno de los objetos, la realidad, o mejor dicho la verdad de la vida (si la dura y cruel) lo sorprende. Bruno tiene que tomar una decisión.


Una vez más, otra cinta independiente para destacar en este año 2011. Arévalo nos hace reflexionar si actuamos como personas en la vida diaria o es que realmente somos objetos de otros. Y es que parece que algunas personas parecen estar alegres llevando una vida de robots que ejecutan y ejecutan actos sin pensar (son como objetos y ni se dan cuenta), el día que realmente se les ocurre “pensar” sobre la vida que están llevando se sorprenden, finalmente se han dado cuenta que son seres humanos.
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