Tenemos este artículo publicado en el web Otra Mirada de título Un crecimiento excluyente que congela la desigualdad (descarga aquí la versión completa en PDF). Lecciones y desafíos para consolidar el crecimiento económico y un desarrollo más incluyente, bastante esclarecedor y duro a la vez sobre la verdadera realidad del país: Con el objetivo de plantear un diagnóstico general y enriquecer la discusión en torno a los temas más relevantes en la agenda de políticas públicas del país, el Banco Mundial (BM) acaba de publicar el documento "Perú en el umbral de una nueva era".
El estudio reconoce los logros en las principales variables macroeconómicas obtenidos por el país en los últimos años. No obstante, se llama la atención respecto al carácter poco incluyente del actual modelo de crecimiento. Al respecto, se señala a la reducción de la pobreza monetaria como uno de los principales logros, aunque se hace hincapié en las disparidades de este resultado. En ese sentido, la incidencia de la pobreza mantiene un carácter marcadamente asimétrico en términos geográficos. De acuerdo al informe, la reducción de la pobreza se concentró principalmente en las zonas urbanas y urbanas marginales, especialmente en Lima, pero en algunos departamentos ubicados en la sierra rural la pobreza supera el 60% de la población. Según las ultimas cifras del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), Puno, Ayacucho, Huánuco Apurímac y Huancavelica tienen una incidencia de pobreza del orden del 60.8%, 62.6%, 64.5%, 70.3% y 77.2% respectivamente. Ni más, ni menos.
Para los más de US$ 5,000 anuales de PBI per capita que ostenta hoy en día el país los resultados en las áreas del desarrollo humano e infraestructura no son los previstos, lo cual implica la existencia de una grave desigualdad de oportunidades. En el Índice de Oportunidades Humanas (IOH) -que registra la igualdad de oportunidades en el acceso a los servicios sociales- el Perú se ubica en el puesto número 13 de 17, debajo de todos los países de América del Sur que conforman la muestra de estudio y solo por encima de Guatemala, El Salvador, Nicaragua y Honduras. De forma consistente, las asimetrías en los resultados de la pobreza al interior del país también se reproducen en el acceso a oportunidades. Al realizar la revisión del IOH a nivel sub nacional, el Perú destaca por ser el único país que tiene regiones entre las 50 mejores (Lima Metropolitana) y entre las 50 peores (costa rural, sierra rural y selva rural) de los países latinoamericanos. No cabe duda que uno de los temas medulares en el campo de la igualdad de oportunidades es el educativo. En ese sentido, el proyecto Young Lives de la Universidad de Oxford viene recopilando información sobre el desarrollo cognitivo (medido por la comprensión del lenguaje) de niños de alrededor de 5 años de edad en Etiopía, la India, Vietnam y el Perú. Al contrastar el desempeño de los niños, se ha encontrado que en el Perú la diferencia entre las habilidades cognitivas entre los niños más ricos¹ y más pobres es entre 50% y 200% más elevada que en el resto de países estudiados
Esta brecha cognitiva es consistente con la persistente asimetría de oportunidades a la que hace referencia el BM y que grafica a un país que si bien crece a ritmo chino brinda niveles de vida polarizados con ciudadanos de primera, segunda y hasta tercera categoría. Entonces, si tenemos una matriz socio-económica polarizada, es coherente y consistente que el día de hoy estemos (otra vez) frente a una elección palmariamente clasista y polarizada. ¿Cuál es la sorpresa? Este resultado solo puede sorprender a los medios de comunicación, "analistas", y sobre todo al partido de gobierno y al mismo García quienes hasta el día de hoy tienen una mirada sumamente complaciente de la actual gestión.
Para cerrar, a estas alturas no queda espacio para discursos en oposición al resguardo y promoción del crecimiento económico en el país. Las diferencias y contrastes vienen en torno a cómo crecer. Ese es el tema de fondo. El BM ratifica la idea-fuerza que uno de los desafíos más importantes que debe afrontar el gobierno entrante es hacer que los grandes avances del país sean compartidos más equitativamente por todos los peruanos y de esta forma integrarnos y reconocernos como una sociedad que deje de lado las profundas grietas que hasta la fecha nos aquejan. Esto significa romper con el carácter polarizado de nuestra sociedad.
Por lo tanto, un punto de agenda ineludible para los próximos años es llevar adelante políticas que promuevan un país más justo con oportunidades para todos y cada uno de los peruanos sea cual sea su región de residencia, sexo, color de piel o lengua materna. Igualdad de oportunidades que constituye un pilar fundamental en una sociedad que aspire a un carácter democrático.