En conferencia de prensa y gracias a El Comercio, les puedo informar que ayer miércoles el sacerdote cajamarquino Marco Arana, líder del movimiento Tierra y Libertad, anunció que desde el 4 de febrero último un decreto episcopal lo ha suspendido como sacerdote y que dedicará su tiempo completo a la política con miras a las elecciones presidenciales del 2011. Arana informó de que pese a todo no renunciará a su fe cristiana y que si se emitió el referido decreto fue “en obediencia a las normas eclesiales, donde se impide a los sacerdotes participar en actividades políticas partidarias”.
De otro lado, el precandidato presidencial de Tierra y Libertad manifestó que su partido plantea programas de gobierno dirigidos a los más necesitados y a la preservación ecológica.
Señaló que de llegar a la primera magistratura impulsará el desarrollo de un estado laico, sin las influencias de tutelas religiosas, económicas y militares. En cuanto al aborto dijo que “era un mal moral”, pero que está a favor de esto en tanto la vida de la madre este en peligro.
Al referirse a las relaciones del Perú con Chile, Arana indicó que el litigio por los límites marítimos debe mantenerse en la Corte Internacional de Justicia de La Haya, pero consideró que el Perú está en todo su derecho de reclamar la soberanía que le corresponde.
Tras esta confirmación como precandidato electoral, debemos recordar dos hechos importantes previos: En setiembre del año pasado en una conversación con Ideeleradio, Arana descartó una alianza electoral con el líder del Partido Nacionalista, Ollanta Humala, como parte de su plancha presidencial.
“Para comenzar, Tierra y Libertad quiere ser una opción propia. No olvidemos que la opción del nacionalismo me ofreció ser parte de su plancha como vicepresidente, ya ocurrió en el mes de abril y es algo que hoy por hoy los miembros de Tierra y Libertad hemos descartado”, declaró Arana. Y en agosto declaró Arana también en Ideeleradio que el cardenal de Lima, Juan Luis Cipriani, faltó a la “fraternidad sacerdotal” cuando cuestiona sus aspiraciones políticas.
“(Cipriani) está faltando, por decir lo menos, a la claridad y a la fraternidad sacerdotal. Por ejemplo, no se ha dirigido oficialmente a mi mismo, tampoco ha ido a consejería y a quien le compete, que es mi propio obispo”. Esperemos los próximos barómetros para ver sus posibles posibilidades.
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