Pez bajo los efectos del alcohol
Los Peces Alcohólicos de Belén (Pisces quoque ebrius est Bethleem) fueron una especie de peces que vagaron por Belén, allá por entre el año 4 AC y el 4 DC.De hecho, su alcoholismo empezó cuando vieron a Jesús de Nazaret nacer y cuando su madre, la virgen María se peinaba entre cortina y cortina.Tan borrachos iban que a pesar de ser peces de río se encontraban a kilómetros del más cercano. Por allí no pasaba ningún río.
No se sabe porqué ni cómo, pero desde entonces vagaron por el mundo bajo los efectos de su alcoholismo hasta que murieron de cirrosis. Así que se solucionó el problema por sí solo.
Un científico muy quisquilloso y muy tocapelotas dijo que no podía ser, que los peces de río no beben por la boca, que se hidratan por un proceso llamado osmoregulación, por lo que ni bebían ni mucho menos vuelven a beber.
Que la concentración de sales en su sangre es superior a la del medio que los rodea y, en esas condiciones, el agua tiende a fluir hacia el interior del organismo, lo que hace que no necesiten beber
Concluyó por tanto que aquellos peces eran de mar, que sí beben por la boca, pero que allí no había mar. Pero tampoco río, así que aquello quedó en el olvido cuando Juan XXIII mandó quemarlo en la hoguera por hereje.
A día de hoy se ha llegado a un concenso científico que aquellos peces venían de un pozo donde las samaritanas se enjuagaban el chumino o una charca donde los zelotes se lavaban los cojones.
Lo del alcoholismo ya es algo más complicado de explicar.Hasta el momento no existe alguna causa común, aunque también es verdad que los que investigan este caso le daban a la botella.
Por lo tanto hay evidencias que muestran la posibilidad de ser alcohol dependiente por ver a Dios nacer o porque sus padres eran alcohólicos y les pegaban de pequeño.
Otros factores pueden ser el estrés o los problemas que tiene el pez que lo ingiere.
Algunos otros factores asociados a este padecimiento son la necesidad de aliviar la ansiedad, conflicto en relaciones interpersonales, depresión, baja autoestima o porque nadar todo el tiempo vuelve majareta a cualquiera.
El caso es que es un misterio sin resolver y habrá que esperar a que El Mesías vuelva para aclararlo. De hecho esto lo pone en la parte de atrás del papiro P52. Vaya usted a la Biblioteca John Rylands y pregunte.